sábado 04 de mayo del 2024

El Papa escribió una carta a las Madres de Plaza de Mayo tras la muerte de Hebe de Bonafini

"Supo transformar su vida, marcada por el dolor de sus hijos e hijas desaparecidos en una búsqueda incansable por la defensa de los derechos de los más marginados e invisibilizados", expresó el sumo pontífice en el texto.

El Papa Franciso escribió en las últimas horas una carta que envió el Vaticano a las Madres de Plaza de Mayo luego de la muerte de Hebe de Bonafini este fin de semana.

«Queridas Madres, en este momento de dolor por la muerte de Hebe de Bonafini, madre de la plaza, quiero estar cerca de Ustedes y de todas las personas que lloran su partida», comenzó el sumo pontífice.

Sobre Bonafini, indicó que «supo transformar su vida, como Ustedes (por las Madres), marcada por el dolor de sus hijos e hijas desaparecidos en una búsqueda incansable por la defensa de los derechos de los más marginados e invisibilizados. Recuerdo, en el encuentro que tuvimos en el Vaticano, la pasión que me transmitía por querer darle voz a quiénes no la tenían».

En ese sentido, el titular de la Iglesia Católica remarcó: «Su valentía y coraje, en momentos donde imperaba el silencio impulsó y después mantuvo viva la búsqueda por la verdad, la memoria y la justicia. Una búsqueda que la llevó semanalmente a marchar para que el olvido no se apoderase de las calles y de la historia y, el compromiso con el otro, fuera la mejor palabra y antídoto contra las atrocidades que se padecieron»,

Por otra parte, manifestó que recordará a la militante «con la oración pidiéndole al Señor que le regale el descanso eterno y no permita que se pierda todo el bien realizado; y, a Ustedes, las conforte y acompañe para seguir siendo las Madres de la Memoria».

«Rezo por Ustedes; por favor, no se olviden de rezar por mí. Que Jesús la bendiga y la Virgen Santa las cuide. Fraternalmente», concluyó el Papa.

Hebe de Bonafini falleció este domingo a los 93 años luego de haber transitado varios problema de salud en el último tiempo.

Nació en 1928 y a los 48 años se convirtió en una de las caras visibles de la organización que luchó contra la desaparición forzada de personas durante la última dictadura cívico-militar. Tuvo dos hijos víctimas de ese régimen.