Por María Cecilia Chitarroni, coach ontológico
Más allá de cómo termine este mundial para la Argentina, somos testigos de la consolidación de Lionel Scaloni como director técnico de la selección nacional exponiendo un liderazgo Inédito. De los inicios reemplazando a Sampaoli cuando ningún técnico quería estar en la selección post Rusia, a la «Scaloneta», el camino que dio la victoria en la Copa América y que hoy ha derramado una enorme felicidad en todo el país. Este liderazgo, que muchos tildan de pacífico otros de femenino, tiene varias aristas destacables:
Se expresa en sus exposiciones públicas: HUMANO, HUMILDE RESPETUOSO, HONESTO ANTE TODO habla de lo que siente, que no es poco y con un gran sentido común (que no es tan común a esta altura en los espacios donde Lionel scaloni se mueve.)
Se habla de habilidades blandas , yo me refiero a habilidades humanas, el ser vulnerables, reconocernos humanos, poner el foco en el equipo y el sistema como tal, hablar de lo que sentimos, llorar: es el poder de la vulnerabilidad. Conducción humilde y con una clara orientación a las personas: sociable, cercano y expresivo sin ser exultante, abre mucho potencial para lograr compromisos.
La «Scaloneta» me hace pensar que se está filtrando una nueva forma de hacer las cosas. Sí, la Selección Argentina está impregnada de una manera de conducirse. Como una simple observadora, el management que aplica Lionel Scaloni y su equipo técnico son la prueba de que asoma una nueva forma de hacer las cosas.
Fijate que todos los que se hicieron los machotes y fueron por el bardo y bravuconear con la carpa del FOLKLORE DEL FUTBOL, se volvieron a casa.
Afortunadamente, el antiguo patrón de estancia viene en declive, en contraposición a una nueva manera de decir y hacer, mucho más humana . Miralo a Luis Enrique, otro referente del liderazgo, que por supuesto no le cierra a ningún resultadista, pero a mí sí , una y mil veces merece mis respetos.
En el minuto 64 del encuentro contra México, las lágrimas de Pablo Aimar lo dijeron todo. Las del hijo de Scaloni, llorando con su papá tras los penales con países bajos… NO DIGO: NI QUE LOS HOMBRES PUEDEN LLORAR , NI QUE LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN (como la novela) SIENTO QUE JUZGO QUE ES IMPORTANTÍSIMO reconocer en este nuevo MODELO DE LIDERAZGO el lugar que tiene el cuerpo emocional, sobre todo para nosotros los coaches, que sabemos que las emociones son mensajeras, nos cuentan cosas que nos importan y son una foto de nuestras disposiciones a la acción, de lo que nos predisponemos o no a hacer.
Que tenga lugar el cuerpo emocional del ser humano es un montón. Lo que quiero decir es que el hecho de poder mostrar los sentimientos sin ningún tipo de tabú es una muestra clara de deconstrucción de aquel «jefe macho» que estaba encerrado en los mandatos sociales de los que los futbolistas y deportistas hombres también han sido víctimas, teniendo que mantener una postura para el afuera por sobre sus sentimientos.
La era Scaloni se acomoda muy bien, se anima a los cambios, los jugadores se sienten cómodos, nadie tiene problemas en expresar sus sentimientos ni contar lo que charlaron con su psicólogo como el «Dibu» Martínez, quien confesó que sufrió mucho en la previa con México.
El liderazgo es situacional, no hay un liderazgo único y Scaloni hizo sentir a los jugadores que todos son importantes y que son un equipo, hay un liderazgo situacional sistémico en donde cada persona es capaz de resolver en determinado momento, mientras nosotros veníamos de un modelo de caudillo. Con Scaloni hay un cambio de paradigma de liderazgo humano sistémico y constructivista:
- Tendencia a la cooperación: el trabajo en equipo es más natural, la inclusión de los no titulares como la fuerza del equipo juega un rol indispensable, y conteniendo a las personas. También se preocupa porque los procesos sean ordenados y sanos. Pone al equipo por sobre las personas: No tuvo dudas para resolver la formación ante cada partido con las piezas que mostraban mejor estado físico o juego más propicio para la ocasión. Apostar a las personas por sobre la trayectoria da oportunidades a los nuevos talentos y no excluye a los que revalidan títulos.
Logra autoridad y confianza
- Capacidad de actuar en muchas direcciones: Posee la capacidad innata de pensar y actuar en muchas direcciones o temas al mismo tiempo. Esto les da una ventaja a la hora de tomar decisiones y enfrentar crisis.
- Liderazgo multigeneracional En cualquier grupo humano, cruzar los aportes de los consagrados con fuerza y la innovación de los recién llegados potencia al conjunto. Scaloni logró integrar a una generación de experimentados deportistas (Messi, Di María y Otamendi) en perfecta comunión con debutantes en la alta competencia global.
- Conducción horizontal: es inclusivo, alienta la participación y comparte el poder y la información con aquellos a quienes conduce. Tiende a crear y fortalecer las identidades de grupo. LA PERTENENCIA Y EL COMPROMISO.
- Predominio de lo emocional: tener en cuenta el lado “humano” de las personas y generar altos niveles de empatía.
- Valentía, carácter y resiliencia para Aprender de los errores. Mayor predisposición al cambio: estilo innovador, con un firme sentido de la calidad, centrado en la persona, flexible y comunicativo. Ante la primera derrota, asumir los aprendizajes. Equivocarse puede ser útil. Inspira, contagia garra, pone nuevos desafíos en el horizonte, estimula a ir por más. Encontrar lo bueno en un escenario adverso en lugar de lamentarse por los golpes recibidos nos prepara para seguir en carrera. Danzar con la incertidumbre.Es uno de los valores que más le destacan sus dirigidos.
Un cuerpo técnico humano
Las relaciones entre el CT y los jugadores también cambiaron. Lo que antes se basaba en una comunicación acotada, ‘lo justo y necesario’, casi como de un jefe riguroso a empleados rebeldes, sumamente verticalista. Hoy, en cambio, esa relación sufrió una transformación completa. Lleva un liderazgo participativo con sus dirigidos:
“Muchas veces, cuando terminamos de hacer algún ejercicio táctico, les pregunto a ellos ‘cómo lo ven’, si están cómodos y convencidos de hacerlo. El ‘imponer’ no va conmigo. Uno tiene que ser auténtico con lo que hace, y yo me siento mejor así. Es fundamental que el jugador te crea”. Crear confianza es un espacio de apertura de posibilidades. Para el coaching crear confianza es la base de tda coordinación de acciones.
JUZGO QUE LO SUPERADOR ES QUE SCALONI ARMÓ UN SISTEMA DE LIDERAZGO
Muchas empresas cometen el error de buscar hacer de un líder un héroe. Con Messi pasaba había una expectativa de “Mesías”, del salvador. Pero, esta vez, vimos un sistema distribuido en el equipo, incluida la conducción y el cuerpo técnico, incluidos los jugadores que no eran titulares
Scaloni logró bajar el nivel de exigencia sobre una sola persona, para distribuirlo en un sistema con diferentes roles. Ninguno de los jugadores salió sobre destacado. Ni siquiera el director técnico, muy bien secundado también por otros líderes. Hubo muchas piezas que se fueron intercambiando y todas tuvieron la posibilidad de destacarse en algún momento.
El equipo, que no jugaba en función de Messi, tuvo autonomía. No todo estaba, radial con el jefe. Esta es una conexión necesaria pero no suficiente. La humildad es el valor clave de este sistema de liderazgo. No hay una diferencia entre el líder y el resto. Con la Selección no se perciben niveles jerárquicos, sino que existe una distribución de esa responsabilidad con claros roles y con intercambiabilidad, una especie de liderazgo ágil y dinámico. Se ve la celebración colectiva por sobre la celebración individual. Esta distribución de responsabilidades fue lo que permitió democratizar más el sistema para que todos se sientan protagonistas. Pocas veces en el liderazgo es todo perfecto. Parte de lo que hay que entender es que esto fue fruto de un sistema donde se preservó muy poco de lo tradicional y mucho de lo nuevo.
Para hablar en términos empresarios, hubo muy buena diversidad e inclusión en este grupo. Una de las cualidades claves para los equipos de alto desempeño es, justamente, la diversidad con auténtica inclusión.
Con esta Selección se vio mucho compromiso y disfrute. Podemos trazar una distinción entre el perfeccionismo y la excelencia: el perfeccionismo es, exclusivamente, obsesionarse con lograr el máximo resultado. La excelencia es esa búsqueda de tu mejor versión, sabiendo que siempre vas a poder mejorar. Hay goce. Y acá se vio cómo disfrutaban del proceso, no como en otras ocasiones en las que parecían esos líderes que sufren por trabajar en determinado lugar solo por lograr un resultado, el pare de sufrir de este equipo y la diversión que incluyó al KUN EN TWITCH los mostró humanos democráticos e inclusivos como líderes. Lo que trajo a la Selección hasta acá fue el futuro, el propósito que los guiaba. Los líderes que trabajan en función del futuro pueden construir un presente que sea mucho más valioso y funcional para eso que viene.
Fred Kofman habla del éxito más allá del éxito, y dice que cuando uno trabaja en función de ciertos valores, independientemente del resultado final, el éxito está asegurado. Yo agrego que si lo estás disfrutando no puede dejar de ser exitoso.
El que menos juega tiene la fuerza del grupo, y está dispuesto a poner buena cara para entrenar el día después cuando no jugó, este reconocimiento luego de un triunfo holgado por parte del DT es un montón, el liderazgo sistémico no tiene excluidos, eso construye valor y crea confianza.
SCALONETA DIXIT
«La distancia entre el jugador de fútbol y la gente no tendría que estar. Al final, el futbolista es solo un jugador de fútbol y sigue siendo un ser humano».
«No me gusta acordarme de las cosas buenas ni malas. Me pone mal. Lo que pasó, pasó, y cuando se gana perfecto; pero al otro día hay que seguir. No sirvo para relajarme y ponerme a pensar en lo que hicimos. La vida es un continuo mejorar y seguir, vaya bien o mal. El día que quedé como técnico confirmado de la Selección me dijeron que desde ahí iba a ser la persona más importante de la Argentina… una locura. No me interesa sinceramente. La vida pasa por otro lado. Disfrutar de la familia y amigos. Yo no me creo más o menos por ser técnico de la Selección. Soy técnico de un grupo de jugadores y nada más que eso».
“No es fácil que todos los jugadores se alineen, los que tienen 19 o 20 con los que tienen 34. Y ellos lo han hecho naturalmente. Un día, nos pidieron hacer un asado, sólo para ellos. Nos pidieron estar solos, para conocerse más. Y la pasaron mejor que nunca”.
“Para mí no va la imposición y punto. No le puedo decir a un jugador que haga algo que no está convencido de hacerlo. Es imposible. Es peor para el equipo, y peor para él”.
Por eso cada vez que convocamos a un jugador les decimos que disfruten, que nuestro objetivo no es que se pongan la camiseta una sola vez sino un montón de veces. Es un lugar al que cuesta llegar y sobre todo mantenerse«, concluyó.
«No estoy pensando todo el tiempo en el puesto que estoy, sería contraproducente y a lo mejor te creés algo que realmente no sos. Yo soy solamente entrenador de fútbol, en este de la Selección Argentina, y nada más que eso. En un país como la Argentina te podés confundir, y eso lo tenemos claro todo el cuerpo técnico. Sabemos que entrenamos a un grupo de jugadores y solo hablamos de fútbol. Si nos creemos más que eso es un error, entonces cuando hablamos lo hacemos desde el rol que nos toca, que es el de entrenarlos a ellos. En algunos casos hay aspectos más personales, en el sentido del comportamiento, de cómo tienen que ser cuando entran al predio, cada uno tiene su vida y en eso nosotros ya no entramos. Pero cuando tenemos que hablar, hablamos claro«.
Comentarios
Para comentar, debés estar registrado
Por favor, iniciá sesión