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viernes 26 de abril del 2024

El interminable Scola: se escapó en la final 2002 y buscará revancha 17 años después

El capitán está teniendo un rendimiento notable en el torneo y el domingo ante España buscará el título que se le negó contra Yugoslavia.

Una especie de Benjamin Button. Sólo él sabrá la fórmula, pero Luis Scola, como los vinos, mientras más años tiene mejor juega. Con un rendimiento notable, con muchísimos más minutos en cancha de lo imaginado, el capitán argentino es uno de los grandes pilares que tiene el equipo de Sergio Hernández para soñar con el título en el Mundial de básquet de China.

En su quinta presencia mundialista, Luifa superó dos récords: se convirtió en el segundo goleador en la historia del certamen con un total, hasta ahora, de 708 anotaciones y le resta la final contra España, quedando detrás del inalcanzable brasileño Oscar Schmidt, con 906. Además, llegó a 32 victorias en este tipo de torneos con el triunfazo contra Francia, aunque contra Serbia se había convertido en el líder en este ítem.

Allá por Indianápolis 2002, cuando nació la Generación Dorada, Scola y Argentina disputaron la final contra Yugoslavia (actualmente Serbia) y en tiempo extra terminaron cayendo 84-77. Antes de ello, en la última jugada del encuentro, la terna arbitral no cobró una clara infracción sobre Hugo Sconochini cuando se preparaba para anotar la canasta decisiva. Debieron haber sido dos libres para la Albiceleste para ir por la agónica victoria, pero no sucedió.

Aquel notable plantel lleno de talentos como Manu Ginóbili, Andrés Nocioni, Pepe Sánchez y Fabricio Oberto, entre otros, tuvo una gran alegría dos años después con la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. Ahora tendrá Luifa la posibilidad de tener su propia revancha en el Mundial, increíblemente 17 años después y cuando su nivel sorprende a propios y extraños. Rodeado por la generación proclamada como «El Alma», las chances están intactas para seguir haciendo historia y quedase con la gloria.