En un barrio donde está puesta la mirada del país y donde desde ayer desembarcó Gendarmería Nacional, se produjo el colmo de la inseguridad. Esta tarde balearon un comercio y de milagro no hubo heridos y no se provocó una tragedia porque el local se dedica a la venta de garrafas y las balas las alcanzaron. Pero sí ingresaron a la vivienda.
Además, el ataque se produjo a 3 cuadras de donde mataron a Máximo Jerez. Y según las primeras informaciones, una persona en una moto Twits blanca disparó disparo 5 veces, 3 de las balas impactaron en la pared.
“Estaba durmiendo con mi familia y sentí un estruendo terrible, y vinieron a decirme que nos habían baleado el local”, relató Sandro, víctima y dueño del comercio, que vive junto a su mujer y tres chicos, entre ellos una nena de un año y tres meses.
Asimismo, aseguró: “No entiendo el ataque, habiendo tantos efectivos, es una provocación”. Y agregó: “Tenemos 60 o 70 garrafas y pudo haber sido una tragedia. Mi familia se va a ir y yo me voy a quedar. Hace 28 años que vivo en el barrio y 14 en esta casa”.
Además, reconoció que “una de las balas ingresó dentro de la casa, pasó por la ventana sin romper el vidrio, no pasó una desgracia porque estábamos durmiendo”. Sandro relató que a los atacantes se les descompuso la moto y debieron llevarla de tiro, sin ningún tipo de intervención por parte de las fuerzas federales.
Tras el violento hecho, el dueño del local dijo: “Teníamos pensando irnos, por seguridad, y con esto ni hablar. Nos vamos a ir de Rosario”.
