Como consecuencia de los allanamientos por extorsiones, balaceras y asociación ilícita, llevados adelante el miércoles 23 de marzo, la fiscal Valeria Haurigot anticipó este sábado que 17 personas detenidas, sospechadas de pertenecer al clan Funes, serán imputadas la próxima semana. La clave para que los acusados sean llevados ante un juez fue el secuestro de un celular, perteneciente a la hermana del cabecilla de la banda narcocininal.

El megaoperativo se dio en el marco de la investigación del crimen de Mariel Lezcano, la joven de 21 años asesinada a en barrio Tablada, y por ataques a tiros y extorsiones. También requisaron la celda de Alan Funes, sindicado como líder de la organización delictiva, en la cárcel de Ezeiza.

“Se llevaron adelante una serie de allanamientos, como resultado de una investigación desde la Fiscalía, a partir de un procedimiento que hizo el fiscal Gastón Ávila donde se logró el secuestro de un celular, que fue analizado por personal judicial”, explicó Haurigot en declaraciones a la prensa.

Como consecuencia, “permitió reconstruir una historia delictiva de mucho tiempo, y además resultó ser muy rica en cuanto al esclarecimiento de hechos puntuales de balaceras, extorsiones y hasta una tentativa de homicidio”, destacó la fiscal.

“Fueron aproximadamente 20 allanamientos, en conjunto entre la Policía Federal, las TOE y con la AIC. Pero esta investigación surge del riñón de la Fiscalía”, agregó.

Ahora, explicó la funcionaria, “lo que pretendemos es llevar a una audiencia imputativa, que tendrá lugar el martes a las 14 a alrededor de 17 personas muchas de las cuales ya están privadas de la libertad, y entre ellos se encuentra Alan Funes, que se encuentra en el penal de Ezeiza, como preso de alto perfil y desde donde impartía órdenes para la realización de diferentes hechos delictivos, además de la administración de los bunkers de drogas”.

Y remarcó: «Llegamos a identificar a las personas que trabajaban para él y en coordinación con él, ya no ceñido a la narcocriminalidad, sino desplazándose a otros rubros delictivos como las extorsiones, que tan preocupados nos tienen y que aumentaron tanto el último tiempo.

Vale señalar que el celular secuestrado pertenece a la hermana de Alan Funes, quien estaba a cargo de uno de los búnkers.

“Una banda que va más allá de la violencia encapsulada en las drogas, que reconoce un alto poder de fuego, y pone sobre el tapete nuevamente el uso de celulares en el servicio penitenciario”, remarcó la fiscal. Y destacó “el hecho de vincular cuestiones puntuales como la portación de armas, con el trasfondo de qué fue lo que pasó antes de que esa persona sea encontrada en un procedimiento de flagrancia con un arma”.