18°
sábado 27 de abril del 2024

Dramático relato de una vecina por las quemas en las islas: “La lucha ahora es tratar de salvar las vidas humanas”

El fuego fue incesante durante el fin de semana y arrasó la zona de Boca de la Milonga, frente a Granadero Baigorria, por lo que la preocupación es extrema.

Desesperante, triste, dramático, imparable. El fuego por las quemas en las islas del río Paraná no cesa y cada vez toma mayores dimensiones. Durante el fin de semana, las viviendas de los vecinos de la zona de Boca de la Milonga, frente a Granadero Baigorria corrieron claro peligro, debiendo ser asistidos por personas autoconvocadas de la Multisectorial por los Humedales y bomberos.

Rosario Nuestro dialogó con Estefanía Doula, una vecina radicada en el barrio de Pichincha actualmente pero que está vinculada desde toda su vida afectiva y familiarmente a la zona de las islas. Si bien no forma parte activa de la Multisectorial por sus otras responsabilidades, participa habitualmente de las marchas y brindó su testimonio sobre la reprochable realidad que atraviesan aquellos que estuvieron a punto de perderlo todo.

“La cuestión ahora es que, sumado a la terrible mortandad de flora y fauna que es tremenda, ahora están en riesgo las vidas de los seres humados porque el fuego se está expandiendo a lugares donde hay asentamientos de personas, pescadores, y ahora ya no estamos hablando de flora y fauna sino de vidas humanas que están en riesgo, con un abandono total por parte del Estado, que hace oídos sordos a todos los reclamos. Entonces la Multisectorial convocó y está poniendo el cuerpo y hasta la vida, porque es una situación muy riesgosa”, relató y agregó: “Vivo por Pichincha, pero nosotros como familia tenemos un vínculo muy grande con el río, hasta el punto que mi hijo mayor se llama Río. La verdad que estos últimos días, después de la gran alegría de la marcha viboreante que se hizo el viernes, estamos a puro llanto viendo lo que está pasando y con una impotencia muy grande por no poder hacer nada”.

Frente al avance infrenable de las llamas y lo que produce, aseguró: “La lucha ahora es tratar de salvar lo que se pueda en cuanto a lo que son bienes y vidas humanas, esperar que llueva y seguir paso a paso firme por un cambio a nivel de leyes en cuanto a lo que es la protección del humedal. Hace muchos años que esto se está planteando con una fuerza un poco menor, pero los niveles ahora son tan y tan grandes que esto es insoslayable. Es una lucha de muchos años de ambientalistas y cada vez nos vamos sumando más gente, todos estamos afectados, porque quien no esté cerca del río igual está sintiendo el humo, que nos está contaminando a todos. Estamos viviendo como si estuviéramos en el DF (México), en ciudades terriblemente contaminadas cuando eso no era una realidad en Rosario”.