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lunes 29 de abril del 2024

Desesperada búsqueda de un gendarme que fue a Roldán a ver a sus hijos y le perdieron el rastro

El agente había viajado el 10 de julio desde Buenos Aires y no se se supo más nada de él. La investigación está centrada en el Gran Rosario y en la región mesopotámica. 

Una intensa búsqueda se lleva a cabo durante varios días por la desaparición de Gustavo Elorrieta, gendarme de 42 años que viajó desde Buenos Aires a Roldán el 10 de julio para ver a sus hijos, pero no se supo más nada de él. La investigación la realizan Gendarmería, la Brigada de Homicidios de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) y el fiscal Adrián Spelta.

Lo último que se supo de Elorrieta es que, ni bien entró en vacaciones, fue a visitar a su hija de 11 años y a su hijo de 17 en la localidad de Roldán. Una vez que llegó, se comunicó con su actual pareja para contarle que había arribado bien.

“Viajó en su auto, un Volkswagen Bora gris. Lo último que sabemos es que avisó a su pareja actual que había llegado a destino y que se encontraba con sus hijos. Eso fue el 10 de julio a las 23. De ahí en más, no sabemos más nada”, dijo Sthella Mari, su hermana, al diario digital El Roldanense.

El gendarme, oriundo de Monte Caseros (Corrientes), no volvió a tener actividad con su teléfono y no se presentó a trabajar el 25 de julio en el destacamento de la Ciudad de Buenos Aires, donde presta servicio como segundo comandante. Producto de esta situación, la propia fuerza hizo la denuncia de su desaparición.

“Nos enteramos que mi sobrino tuvo un accidente camino al cementerio con el auto de Gustavo. Pero la ex esposa de mi hermano no hizo la denuncia porque, supuestamente, Gustavo dejó el auto y se volvió a Buenos Aires. Lo cierto es que no tenemos información ni del accidente ni de dónde está él”, contó la hermana de Elorrieta.

Teniendo en cuenta que la antena de su teléfono apareció por última vez con señal en la región mesopotámica, desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) se ordenaron medidas para buscarlo en esa zona y en el Gran Rosario. La investigación se inició como búsqueda de paradero, pero al conocerse algunos indicios, la causa fue girada al jefe de la unidad de Homicidios Dolosos, que quedó a cargo del caso.