El coordinador de Epidemiología de la Municipalidad, Matías Lahitte, junto al director general de Políticas Intersectoriales, Ignacio Mangiameli, destacaron la importancia de siempre poner el foco en las personas cuyos síntomas sean compatibles con los del dengue para así poder mejorar su diagnóstico y posibilidades de supervivencia. Hasta el momento Santa Fe tiene 16.832 casos mientras que en Rosario hay más de 12 mil, un 62,7% del total de infectados en la provincia.
Matías Lahitte, se refirió a los pasos a seguir en caso de presentar los síntomas de la enfermedad, y subrayó: «Las personas que presenten dolor abdominal intenso, vómitos, sangrado o deshidratación, no se tienen que quedar en la casa sino que tienen que consultar con el equipo de salud porque la atención temprana de la persona que está o piensa que esta transitando la enfermedad cambia completamente».
En ese sentido, el funcionario prosiguió: «Nosotros tratamos de que no haya personas hospitalizadas por esta enfermedad así como también de que no haya fallecidos. Por lo que estamos trabajando con un grupo denominado como Llamadores. Ellos nos sirven para poder comunicarnos con pacientes en factor de riesgo y que así puedan acceder a una atención temprana».
En relación a las medidas que tomaron para cortar la circulación de la enfermedad, Ignacio Mangiameli constató: «En Rosario venimos haciendo la fumigación puerta a puerta y el censo de las zonas con mayor riesgo de albergar al mosquito para así tratar de eliminar su circulación.».
«Con respecto a las personas infectadas de dengue, implementamos un programa en los centros de salud para entregar repelentes. Al principio sólo se le entregaba a las embarazadas por todo el riesgo que existía y existe pero ahora también lo pueden recibir de manera gratuita aquellas personas con síntomas compatibles o ya diagnosticadas con la enfermedad», aclaró Mangiameli acerca de las medidas de prevención.
En última instancia, Lahitte fue cuestionado acerca de si los casos en Rosario venían bajando, y respondió: «Lo que vemos ahora es como una meseta. En el último tiempo los casos que se contabilizaban por semana eran de entre 2300 a 2500 pero ahora estamos manteniendo cierta estabilidad en los números. Pero eso puede cambiar de un día a otro, los brotes van a seguir por todo marzo y abril, y muchos de ellos van a estar determinados por el clima. Si seguimos con muchas lluvias y calor evidentemente habrá más presencia de mosquitos al poder reproducirse más rápido».
