En el marco de la audiencia imputativa que se llevó adelante este martes por los crímenes de los dos taxistas, un chofer de colectivo de la línea K y el playero de la estación Puma, se acusó a cinco personas de haber participado no sólo en los asesinatos sino también en la tentativa de homicidio de un colectivero y en dos actos intimidatorios contra la comisaria 15ª, y el haber colgado una bandera con una amenaza al gobernador Maximiliano Pullaro en el ingreso a Rosario en Circunvalación.
En la audiencia, se señaló que D.M.G, el menor de 15 años que asesinó al playero Bruno Bussanich, también gatilló contra el taxista Héctor Figueroa la noche del martes 5 de marzo en zona sur en Flammarión al 5100.
Además, se ventiló que hay otros dos menores involucrados en los crímenes y que las zapatillas que encontraron tiradas en los asesinatos de Figueroa y Celentano pertenecerían a C.N.T y Michel C. Según los fiscales, los adolescentes habrían cobrado entre 200 mil y 400 mil pesos por participar de los hechos.
Una testigo de identidad reservada declaró que uno de los jóvenes involucrados- C.N.T- le contó que D.M.G participó tanto del asesinato de Bussanich como del taxista Héctor.
En el caso del primer chofer, C.N.T llamó al radiotaxi en Oroño y Uriburu, y, en Flamarrión al 5100 ,cuando Figueroa le quiso cobrar el viaje, D.M.G se acercó en moto y lo ejecutó.
Al escapar del lugar, al primero se le cayó una zapatilla que requisó la Policía, que luego se configuró como un dato llamativo para la prensa.
En base a los datos aportados por la testigo, que aseveró que C.N.T perdió una zapatilla blanca de número 38, la Justicia pudo determinar que se trataba del mismo par de calzado.
En cuanto a los cinco mayores, a quienes se les achaca haber sido partícipes e instigadores -autores intelectuales-, se destaca el nombre de Chuky Monedita, quien está detenido en la cárcel de Piñero desde el 2015 por homicidio. Durante su estadía en el penal lo reconvirtió como el artífice de amenazas e intentos de homicidio.
En el marco de la audiencia, Chuky Monedita fue sindicado como el instigador de los crímenes de los dos taxistas, de utilizar a menores de edad para llevarlos a cabo y de fomentar la balacera a la comisaria 15. Según los fiscales, esa tarea le fue encomendada a su pareja, Brenda Pared, quien cumple prisión domiciliaria.
A su vez, la mujer instruía a Gustavo «Guti» Márquez y su pareja, Macarena Muñoz, (los otros dos imputados) para que utilicen a los menores de edad para perpetrar los hechos.
