En medio de un avance pronunciado de la segunda ola del coronavirus, con cifras altas de contagiados a nivel nacional, que llevaron al presidente Alberto Fernández a anunciar restricciones más severas en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la infectóloga Elena Obieta puntualizó en algunos de los datos que arroja el desarrollo de la pandemia en el país en las últimas semanas. “Más del 50 por ciento de los casos se dan en gente que tiene entre 20 y 50 y pico de años, que es la gente que más sale a trabajar y a sociabilizar”, detalló.
“Estamos viendo cada vez más casos en gente más joven, incluso casos graves que antes no habíamos visto. El sistema de salud está atravesando una tensión que no habíamos tenido en la primera ola y desafortunadamente el ritmo de vacunación dista de ser el ideal. La gente no está queriendo hacer el esfuerzo del cuidado”, continuó la médica miembro de la Sociedad Argentina de Infectología y agregó: “Lo que sucedió en el hemisferio norte, que hubo la irrupción de las nuevas cepas, básicamente la cepa Gran Bretaña que es más contagiante y con un poco más de mortalidad. Estamos viendo que quieren pasar de ser actores de reparto a tener el protagonismo, la cepa Gran Bretaña y la de Manaos, que son más contagiantes y además pueden ser más letales. Si hay más contagiados, también puede haber más muertes lógicamente”.
Con respecto a cómo está preparado el sistema de salud para esta segunda ola en relación al inicio de la pandemia, consideró: “Aprendimos mucho respecto de los tratamientos, sabemos qué es lo que hay qué hacer y qué no hay que hacer. En los primeros dos o tres meses, probábamos, escuchábamos, leíamos, teníamos recomendaciones que cambiaban todo el tiempo hasta que aparecieron algunas cosas más firmes para que hoy tengamos más certezas acerca del tratamiento”.
Sobre el panorama actual de la situación epidemiológica del país, Obieta señaló: “Si bien es más alto el porcentaje de gente joven que se enferma, no tenemos las UTI ocupadas por gente de 80 y pico. Todavía no vemos el impacto en número de camas de terapia, pero empiezan a tener en primera línea sus dosis de vacuna y esto va a demostrar una disminución en la internación, en la severidad y en los casos de muerte. Se infecta más gente, más gente joven, los más de 70 y 80 ya empiezan a tener su vacunación, sabemos cómo tratarlo. Todas estas son a favor, pero en el medio si en vez de tener que atender a 20 personas, atendemos a 40, el sistema entra en alta tensión. Tenemos que sobrevivir a esta segunda ola, no tener una tercera y prohibir que el virus siga circulando entre nosotros”.
Por último, consultada sobre la situación de Rosario, que aún no presenta números de contagios diarios cercanos al pico máximo, la profesional de la salud advirtió: “No nos relajemos, porque me acuerdo que decíamos ‘qué envidia’ cuándo contaban cómo estaban en Rosario y de golpe vino la noche. Si pueden, aprendan de nosotros, que somos un desastre, para que no les pase”.
