Con un importante operativo de seguridad montado alrededor del Centro de Justicia Penal, que fue baleado este miércoles por la noche, comenzó este viernes minutos después de las 8 el juicio que tiene a Guille Cantero y otros seis integrantes de Los Monos acusados de ordenar, organizar y llevar a cabo ataques a tiros contra edificios judiciales.
También se llevará adelante la audiencia imputativa por la balacera contra el casino City Center en enero del 2020, en la que murió el apostador Enrique Encino. En esta causa también figura como «cabecilla» el líder de misma banda narcocriminal. A su vez, al ex titular del Sindicato de Peones de Taxis, Horacio Boix, le atribuirán los delitos de administración fraudulenta y participación en ataques a tiros contra dirigentes que quedaron a cargo de la entidad.
Los jueces que conforman el tribunal que deberá dictar sentencia, son: Hebe Marcogliese, Rafael Coria y Pablo Pinto. A su vez, la parte acusatoria la llevan adelante los fiscales Matías Edery y Migue Moreno, mientras que la defensa de los imputados es ejercida por los abogados Valli y Tasada.
Piden 24 años de prisión para el líder de Los Monos por planificar y ordenar ataques a tiros contra Tribunales provinciales, la sede de Fiscalía, el Centro de Justicia Penal y domicilios de funcionarios judiciales. En el lugar donde se realiza el juicio está dispuesto, desde la noche del jueves, un extenso operativo policial y de tránsito teniendo en cuenta la gran cantidad de gente que circula en la zona.
En cuanto a la otra causa que lo tiene como imputado a Cantero, cuya audiencia está prevista para las 15, el fiscal David Carizza de la Agencia de Criminalidad Organizada le atribuirá haber sido partícipe en la planificación del crimen de Encino, quien recibió un tiro en la cabeza en la noche del 12 de enero en el balcón de fumadores del casino City Center. Se sospecha que esa balacera tuvo lugar en el marco de extorsiones a autoridades de ese predio.
Con respecto a Boix, estará en la audiencia porque será acusado por el fiscal Carizza por dos delitos de administración fraudulenta del Sindicato de Peones de Taxis de Rosario y por participar en extorsiones, junto a otros integrantes de Los Monos, a otros miembros de la comisión directiva del sindicato del que fue desplazado. Se registraron al menos cinco ataques a tiros a domicilios de los dirigentes gremiales que quedaron a cargo de la entidad.
