Comenzó el juicio a una médica obstetra por la muerte de una paciente y lesiones gravísimas en otra
Los hechos ocurrieron en 2015 y 2017 y en ambas situaciones los bebés fallecieron. Los episodios ocurrieron en el marco de dos partos domiciliarios. La profesional de la salud enfrenta una posible condena de siete años de prisión y una inhabilitación de diez años para ejercer la medicina.
Este lunes comenzó en el Centro de Justicia Penal de Rosario el juicio contra la médica obstetra María Cristina Giménez, de 69 años, quien enfrenta cargos por homicidio culposo y lesiones gravísimas en relación con dos casos de partos domiciliarios que derivaron en graves consecuencias para las pacientes y sus bebés.
La médica, cuya defensa está a cargo de un abogado de la defensa pública, es reconocida dentro del ámbito del denominado parto respetado y enfrenta una posible condena de siete años de prisión y una inhabilitación de diez años para ejercer la medicina.
Los hechos por los que se acusa a Giménez ocurrieron en 2015 y 2017, cuando dos de sus pacientes optaron por dar a luz en sus hogares. En ambos casos, las mujeres presentaron complicaciones severas: una de ellas falleció tras ser trasladada de urgencia a un hospital de Rosario, mientras que la otra debió ser sometida a una histerectomía. En ambas situaciones, los bebés murieron.
El tribunal encargado de juzgar a la médica está integrado por los jueces Carlos Leiva, Florentino Malaponte y Paula Álvarez. La acusación, liderada por los fiscales Mariana Prunotto y Matías Edery, sostiene que Giménez actuó con "imprudencia, negligencia e impericia en su arte y profesión, además de la inobservancia de reglamentos y deberes a su cargo". Por ello, solicitaron una pena de siete años de prisión efectiva.
Según la Fiscalía, en el primer caso, ocurrido el 4 de mayo de 2015, la médica atendió a Mariel Zuñiga, sin realizar estudios de rutina durante todo el embarazo, y sin advertir sobre los riesgos del parto domiciliario. Ese día, al notar un agravamiento en el estado de la paciente durante el trabajo de parto en una vivienda de Soldini, optó por trasladarla en un vehículo particular en lugar de recurrir a una ambulancia. La mujer llegó al Hospital Roque Sáenz Peña sin signos vitales, y los médicos que la asistieron constataron lesiones en su útero, además del fallecimiento del bebé. A pesar del trabajo de los médicos, la madre también falleció.
El segundo caso ocurrió el 7 de marzo de 2017 en Rosario, cuando Giménez asistió a otra paciente en un parto domiciliario que también se complicó. La médica, como en el episodio anterior, decidió trasladar a la mujer en un auto particular sin previa notificación a una institución sanitaria. Al llegar al Hospital Eva Perón, los médicos realizaron una cesárea de urgencia y comprobaron el fallecimiento del bebé. Además, la paciente sufrió daños severos en el útero y tuvo que ser sometida a una histerectomía.
“Su conducta negligente, imprudente e imperita en su arte y profesión, sumada a la inobservancia de los reglamentos y deberes a su cargo, se tradujo en que, conociendo los antecedentes médicos de la paciente, quien había tenido un parto anterior con cesárea, le aconsejó, trató y practicó un parto domiciliario, a pesar de que dicha práctica estaba contraindicada por la comunidad médico-científica”, señalaron desde Fiscalía.
En tanto, hicieron hincapié sobre el hecho de que la acusada no realizó las advertencias necesarias a sus pacientes sobre los riesgos reales que conlleva el procedimiento del parto domiciliario y, además, no tomó las medidas de seguridad necesarias. Entre las irregularidades, se encuentran la no contratación de un servicio de traslado de emergencia y la ausencia de notificación a algún centro médico sobre los procedimientos.
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