El 96% de los alumnos tomó contacto con sus maestros durante la cuarentena por el coronavirus, el 10 por ciento de ellos de manera esporádica, según la encuesta nacional sobre la continuidad pedagógica que elaboró el Ministerio de Educación.
La encuesta, cuyos resultados preliminares se conocieron este jueves, demostró también que el 90% de las familias enviará a sus hijos a la escuela en cuanto se retomen las clases presenciales, aunque más de la mitad tiene temor a los contagios.
El relevamiento, efectuado para saber cuál fue la respuesta del sistema educativo ante el cierre de las escuelas por la pandemia de coronavirus, abarcó a 5.387 directores de escuelas y a 2.658 hogares de todo el país, mientras también fueron consultados unos 25.000 docentes cuyas respuestas se difundirán en las próximas semanas.
La conectividad a internet en los hogares, los dispositivos utilizados, la frecuencia de conexión con el docente, los contenidos pedagógicos abordados, la efectividad de los recursos desplegados por la cartera educativa y el acompañamiento de las familias fueron los principales temas relevados.
De acuerdo con el estudio, el 90% de las familias respondieron que enviarán a sus hijos a la escuela una vez que se retomen las clases presenciales, mientras que la gran mayoría de quienes aseguraron que no lo harán respondió que planea tomar esa decisión por temor a un contagio.
Este porcentaje se acentúa a medida que se consulta a familias cuyos hijos concurren al nivel inicial, mientras que el 99% de los consultados respondió que no cambiarán a sus hijos de escuela.
«El regreso a la escuela que estamos construyendo desde hace varios meses tiene pasos complejos; por eso, el inicio en cada provincia es planificado. La realidad epidemiológica es diferente en cada provincia. Volver a la escuela no es lo primero que se hace, esto implica que cada jurisdicción ya esté viviendo la nueva normalidad», dijo el ministro de Educación, Nicolás Trotta.
Precisó además que Santiago del Estero, que retomará las clases el 18 de agosto próximo «ya tiene el 80% de su actividad funcionando, por lo que volver a la escuela allí tiene una normalidad muy distinta a la de otros lugares del país como en la región metropolitana o las que están en una apertura progresiva».
Apuntó además que «debemos construir de a poco la confianza en las familias, pero el Estado tiene que garantizar la obligatoriedad del acceso a la educación. Hay estudiantes y docentes que están en los grupos de riesgo que no volverán a la escuela de manera física y no podemos permitir que se profundice la desigualdad hacia adentro del aula».
Trotta destacó que en el marco de una pandemia «lo obligatorio es la educación, no la presencialidad» y destacó que «si hay familias que tienen miedo en alguna provincia en particular, nadie va a obligar a un padre a enviar a sus hijos a la escuela, lo que tenemos que garantizar es el despliegue de todos los recurso pedagógicos para que los chicos sigan aprendiendo en sus hogares».
El relevamiento detalló además que el 4% de las familias aseguró no haber recibido tareas o si las recepcionó no fueron realizadas, mientras que un 10% de las familias destacaron que se contactaron entre una y tres veces en un mes con sus docentes.
«Entre los que no se conectaron o lo hicieron en forma esporádica, estamos hablando de un millón de alumnos,», dijo la secretaría de Evaluación Educativa Gabriela Diker, quien agregó que «identificamos que con ese 10% ya vamos a tener mayores problemas»
Por su parte, Trotta destacó que «nos hacemos cargo de la profunda desigualdad que en parte está expresada en esta encuesta, aunque hay datos que nos confirman que muchas de las decisiones que adoptamos fueron correctas lo que implica que debemos acelerar la marcha en varias cuestiones, por ejemplo en el sostenimiento del programa Seguimos Educando hasta que se recupere la absoluta normalidad».
La disparidad que hubo en la educación remota «estuvo condicionada por los recursos tecnólogicos que tuvieron los estudiantes», destacó la encuesta.
En este aspecto, el relevamiento muestra que menos de la mitad de los hogares cuenta con acceso fijo de buena calidad en la señal a Internet, 3 de cada 10 de hogares no tienen acceso fijo a Internet y el 27% de los relevados sólo accedió por celular.
En tanto, el 3% no tiene internet de ningún tipo, mientras en hogares con Internet fija la tercera parte tiene problemas en la señal y el 53% no cuenta con una computadora liberada para uso educativo.
La desigualdad también se refleja en que el piso tecnológico de los hogares que asisten a escuelas del sector privado «duplica al de los que asisten al sector estatal».
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