El secretario de Control y Convivencia, Guillermo Turrín, se refirió al cierre de la cervecería Temple luego de la caída de una garrafa en un pasillo contiguo al local y confirmó que el incidente no fue la causa por la que el municipio decidió la caducidad de la habilitación del lugar sino una «acumulación de faltas».
«Uno de los jueces de faltas municipales emitió la caducidad de la habilitación, lo cual implica que no va a poder volver a abrir con estos dueños y con este mecanismo»,explicó Turrín en diálogo con el periodista Andrés Cánepa para el programa El Puente de Radio Mitre Rosario, al tiempo que remarcó que «si bien el lunes hubo un episodio de una caída de una garrafa que alimentaba al comercio de gas envasado, eso no fue lo que motivó esta sanción que es la más dura que el municipio puede imponer».
En ese sentido, aclaró que la inhabilitación para funcionar obedeció a una «acumulación de faltas» y afirmó que desde enero se habían realizado 40 inspecciones en el lugar y en el 50 por ciento se detectó «alguna irregularidad». Al respecto, Turrín señaló que «es importante aclarar que no todas las sanciones fueron de la misma magnitud». Asimismo, reveló que el comercio ya había sido clausurado anteriormente.
«No es algo que nos ponga contentos. Sí desde el área de Control estamos para que las normas se cumplan», destacó el funcionario y puso el foco en la polémica por la nocturnidad de Pichincha, que cada vez acumula más capítulos. «Acompàñamos a los comerciantes pero también debemos velar por el descanso de los vecinos», concluyó.
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