Este miércoles se lleva adelante en Argentina el Censo 2022. Se trata del relevamiento número 11 realizado en la historia del país. El último había sido en 2010 y debía ponerse en marcha nuevamente en 2020, pero se postergó por la pandemia. Lejos de ser una simple cuantificación de datos, los censos permiten conocer cuestiones culturales, económicas y sociales de la población.
Adrián Pignatelli, periodista divulgador de temas históricos y columnista del programa Mundo UBA en CNN, repasó esta mañana con Marcelo Longobardi la historia de los censos en nuestro país.
“El de hoy es el censo Nº 11”, precisó en diálogo con Longobardi por CNN, “tal vez no tuvieron la regularidad que debían tener por los recurrentes problemas presupuestarios y económicos”.
Según relató, acá se empezó a implementar en el ‘60 con Frondizi. Sin embargo, le da mucha más importancia al primero, que fue con Sarmiento, al que calificó como «una ‘rara avis’ que no gobernaba para el lunes que viene sino para el futuro».
Cuando en 1869 Sarmiento vio que el censo no se había hecho, lo mandó a hacer para saber dónde estábamos parados, aunque los datos se postergaron hasta 1871 por la epidemia de cólera.
«Cuando tuvo los datos, se espantó. Inmediatamente le dijo a su gabinete cuál iba a ser la siguiente política de gobierno: escuelas, escuelas, escuelas», señaló.
«300 mil chicos sin educación eran la punta de un iceberg de una sociedad a la que le faltaba todo, era un país en el que estaba todo por hacer».
Cuando Sarmiento deja el gobierno, 100 mil chicos se habían integrado a la escuela, aunque no pudo ver los resultados de esa política que continuaron los gobiernos posteriores. Así fue que para 1914 Argentina era el principal país alfabetizado de América Latina.
En este sentido, señaló que «la paradoja es que de los 11 censos, el primero derivó en una política educativa revolucionaria y, sin embargo, ahora estamos viviendo la misma tragedia educativa que encontró Sarmiento».
Desde su punto de vista, «la diferencia con aquella época es que el gasto público en educación, que ahora es impresionante, se está gastando mal».
El segundo censo se realizó 26 años después, en medio de la revolución de 1890 con Juárez Celman, también por la crisis económica profunda que atravesaba el país.
El siguiente censo se hizo más de 30 años después, en 1914, cuya principal estrella fue la figura del inmigrante, que representaba el 29% de la población total del país.
Este último censo, que se lleva a cabo durante esta jornada, tiene un atraso de 2 años, producto de la pandemia de coronavirus.
Finalmente, destacó: «Es importantísimo la realización de un censo para saber dónde estamos y donde queremos ir».
