Aumento en los llamados a servicios domiciliarios de emergencias: “Se saturaron las líneas telefónicas”
Las fiestas, las vacaciones y el pase sanitario han generado un aumento exponencial de testeos en Rosario. Largas colas se realizaron en el Galpón 17 (único centro exclusivo en la ciudad) durante toda la semana. Pero la demanda también se dio en los servicios domiciliarios de emergencias.
Desde URG Urgencias afirmaron que el servicio ha tenido en los últimos 10 días un aumento de casi el 60%. Por lo general, no son casos de emergencias, sino relacionados al coronavirus. Principalmente, personas asintomáticas y con síntomas leves que tienen dudas sobre el aislamiento.
Ariel Torres Morales, secretario médico de URG Urgencias, afirmó que el aumento se produjo porque, a diferencia del año pasado, esta vez está la necesidad de testearse por las reuniones familiares y el inicio de las vacaciones. “Se han saturado las líneas y llaman casi siempre por casos de Covid”, contó.
No obstante, Torres Morales llevó tranquilidad hacia sus afiliados, dado que las líneas destinadas para riesgos de vida y las ambulancias funcionan con “normalidad”. Las líneas comunes sí son las que poseen una leve demora. Es por ello que están derivando los casos leves hacia videoconsultas.
“Le pedimos al usuario que sepa entender las demoras. Se trata de una cuestión lógica, porque, al desbordar el sistema de salud pública, también se ve afectada la privada”, expresó el secretario médico.
En cuanto a la reducción de los llamados, Torres Morales aconsejó a todos aquellos que fueron contactos estrechos y tienen síntomas, que se aíslen. “Sabemos que puede ser frustrante por la fecha, pero es lo que hay que hacer”, recomendó. Además, deben tomarse la temperatura dos o tres veces por día y hacer reposo en caso de dolencias corporales.
Sobre lo que ocurrirá en el corto plazo, desde URG Urgencias aseguraron que no hay certezas de lo que pueda ocurrir, aunque apuestan a la responsabilidad social. Es decir, si durante las fiestas hay cuidados y aquellos que no tienen vacunas, se las empiezan a aplicar, se podría evitar un nuevo brote en enero.
“Por lo que estamos viendo en otros países y sectores de Argentina, creemos que van a empezar a disminuir los casos para la primera quincena de enero”, reveló Torres Morales. Y cerró: “No vemos que sea un pico duradero como otras veces. Igualmente, todo dependerá de la responsabilidad social”.
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