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jueves 25 de abril del 2024

Así fueron los ataques relacionados al Juez Ismael Manfrín

Las balaceras tuvieron minutos de diferencia y contaron con un modus operandi similar. Cuatro hombres, dos tiradores, un par de motos de cilindrada gruesa y mucha impunidad. Los blancos, dos casas en las que vivió antiguamente el juez Ismael Manfrín, quien presidió el tribunal que condenó a los miembros de la banda Los Monos, están ubicados en el micro y macro centro de la ciudad. Las zonas de las balaceras están tapizadas de cámaras de seguridad pero, por el momento, los agresores no fueron detenidos.

Balearon el frente de dos viviendas vinculadas al juez que condenó a Los Monos

El ataque de barrio Abasto

El primer hecho tuvo lugar cuando al reloj le faltaban unos minutos para marcar las 21.20.  Según lo que pudieron establecer los investigadores, dos personas llegaron a Italia al 2100 —entre Cerrito y Riobamba— en una moto tipo enduro, color blanca. El conductor tenía la cabeza tapada con una capucha color roja y su acompañante tenía el rostro cubierto con un casco color negro.

Pararon a pocos metros de la intersección con Cerrito y el hombre que viajaba en la parte de atrás de la moto sacó un arma de entre sus ropas. Gatilló 8 veces, volvió a enfundar su pistola y huyó junto a su cómplice.

Cuatro plomos impactaron en la fachada de una vivienda, dos en la pared y otro par en una de las ventanas de una casa que hace un mes y medio el Juez Ismael Manfrín le vendió a un empleado bancario.

Un grupo de policías de la Comisaría 5º —que funciona en la misma cuadra de la balacera— pudieron ver lo que ocurría e intentaron detener a los agresores. Los vieron doblar en contramano por Cerrito, en dirección al oeste; girar nuevamente por Dorrego con dirección sur —también en contramano—, tomar calle Virasoro, en dirección opuesta a la mano y luego tomar Moreno, donde los perdieron de vista.

Las balas del microcentro

Ni siquiera había pasado media hora del primer ataque cuando se registró la segunda balacera. Eran las 21.45 del martes. Esta vez fue en una casa de Montevideo al 1000, a mitad de cuadra, entre  San Martín y Sarmiento.

Los pistoleros actuaron de igual manera. Pararon, dispararon y huyeron; pero no fueron divisados por nadie. En la escena del crimen especialistas de la Policía de Investigaciones secuestraron cinco vainas calibre 9 milímetros.

De acuerdo a lo que informaron fuentes oficiales, en la zona también supo vivir el Juez que presidió el tribunal que, hace pocos meses, dictó penas ejemplificadoras para los integrantes de la banda de Los Monos.