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viernes 26 de abril del 2024

Alberto Fernández suspendió la extensión de la oferta a los bonistas y abrirá negociaciones con el FMI

El presidente iniciará otra ronda de diálogo con los acreedores privados si aceptan su oferta económica y además el sistema financiero avala ciertas reformas jurídicas destinadas a facilitar un acuerdo exitoso. La decisión es riesgosa y Argentina vuelve a estar al borde.

Durante las últimas horas del sábado se dio a conocer que Alberto Fernández decidió no extender la oferta para saldar la deuda con los bonistas y que abrirá negociaciones con el FMI. Tras tomar esa decisión, iniciará otra ronda de diálogo con los acreedores privados si aceptan su oferta económica y además el sistema financiero avala ciertas reformas jurídicas destinadas a facilitar un acuerdo exitoso.

Según afirmaron fuentes cercanas al presidente, Martín Guzmán estaba por difundir un comunicado de prensa en donde se afirmaba que se iniciaba la prórroga con la oferta oficial de los bonistas de Wall Street, sin embargo recibió un mensaje repentino por parte de Alberto:  “Pará todo. No extendemos”, dijo el Presidente desde la quinta de Olivos.

Tras la decisión del presidente Argentina vuelve a estar al borde del default. Si no hay extensión de la propuesta a los fondos de inversión, no hay posibilidades de un canje exitoso. Se necesita un acuerdo que oscila entre el 66 y el 85 por ciento de adhesión de los bonistas -según las series de los títulos emitidos-, y el ministro de Economía hasta ayer sólo tenía una cifra cercana al 40 por ciento.

Entonces, si el Presidente no cambia de opinión en las próximas horas, la negociación habrá fracasado porque no se llegó a un acuerdo con los acreedores privados.

Esta vez Alberto Fernández puso las cifras en sus términos políticos: “No hay que moverse -analizó frente a Guzmán. Si ya aumentamos la oferta y el mundo se cae, no tiene sentido seguir mejorando como quieren los fondos. Nos quedamos acá, y ni un dólar más”.

En este contexto, el Presidente sólo extenderá la oferta hasta el 28 de agosto, si los bonistas adelantan que aceptarán la última propuesta oficial. Puede ocurrir que en los próximos días, la International Capital Market Association (ICMA) respalde ciertas reformas jurídicas que imprimirán mayor certeza a la adhesión del canje, como plantearon los acreedores privados. Pero desde la perspectiva de Olivos, no es una condición sine qua non para extender la oferta hasta fin de mes.

No habrá prórroga si los fondos no se adhieren a la última propuesta de la Argentina, aunque la ICMA anuncie que avala los cambios jurídicos.

Desde la perspectiva de Olivos, y en caso de confirmar su decisión de suspender la extensión del plazo de la oferta y congelar las negociaciones directas con los bonistas, Guzmán pondría foco en abrir el diálogo formal con la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

“Ponemos a los acreedores en un standstill, y empezamos a negociar un crédito con el Fondo. Cuando llegamos a un acuerdo, volvemos a abrir la negociación con los acreedores privados”, propuso el ministro de Economía al Presidente.

Alberto Fernández estuvo de acuerdo. Considera una razón de Estado resolver la reestructuración de la deuda externa, pero se niega a pagar las cuentas aplicando un plan de ajuste recetado por el staff del Fondo Monetario Internacional (FMI). Cristina Fernández y Sergio Massa, sus principales aliados en el Frente de Todos, coinciden con esta mirada política.