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domingo 05 de mayo del 2024

Al ritmo de Cambiemos

El malestar social de fin de año es famoso en este país. Después de una semana agitada el gobierno nacional logró bajar las aguas tras las reformas fiscales y previsionales que aprobó en la Cámara de Diputados.

Mauricio Macri ha encontrado una fórmula que pocos han logrado: los temas conflictivos parecen muy profundos, pero salen de la agenda muy rápido. Ese termómetro lo ha manejado a la perfección instalando temas de cortina de humo y saliendo de la discusión rápidamente.

El tema Maldonado es el que más le ha costado hasta ahora pero tuvo que ver con la incertidumbre de lo sucedido hasta del mismo gobierno nacional. Una vez que se supo que no murió asesinado a partir de los peritajes y las autopsias, pasó a un plano mucho menor en el tratamiento de la información.

Por otro lado, el tema de la reforma previsional generó enfrentamientos medievales en la Plaza del Congreso, cacerolazos en horarios nocturnos en repudio, hasta los analistas pensamos que podía costarle mucho más políticamente. Pero pasó de largo una vez aprobado, explicaron nuevamente que para ellos «es beneficioso para los abuelos» y a otra cosa, mariposa.

Inclusive en 2015 con la no renovación de contratados se generó un foco de conflicto muy difícil para Macri. En 2016 se repitió la historia cuando fue la segunda tanda. Y ahora, en 2017, sólo se generaron conflictos puntuales. Tiene que ver con el manejo de la información, pero también con el debilitamiento de la militancia kirchnerista que ha quedado muy atomizada y enfrentada entre ellos mismos.

Fabricaciones Militares, algunos ministerios y organismos nacionales como la Televisión Digital Abierta (TDA), que cierra definitivamente, sufrieron despidos de empleados. Pero solo alguna manifestación en Fray Luis Beltrán y hoy los trabajadores TDA por su cierre generaron movilizaciones, quedando alejados de las tapas de los diarios de gran tirada y de los canales de noticias que encabezan las mediciones.

Es el triunfo del big data, con lo que se maneja el gobierno de Cambiemos. Miden absolutamente todo y toman definiciones a partir del humor social mayoritario y no de las cajas resonadoras de la militancia radicalizada. Y por eso han llegado hasta este 2017 con avances importantes desde lo que pretenden para su gestión, aunque el gradualismo sigue siendo el camino que eligen.

Lo que parece una bomba de estruendo termina siendo un chasqui-boom. Y lo que sería duradero y sensible en otro momento, solo se transforma en un tema más de los tantos que se postulan durante la semana informativa. Es sabido que lo que vemos como errores de comunicación, a veces tiene una estrategia y un trasfondo. Hay que elevar la vara para leer entre líneas al equipo de Marcos Peña y Jaime Durán Barba.