La empresa constructora que levantó el edificio de avenida Francia al 200 solicitó una excepción a la norma y la polémica se instaló en el Concejo. Es que se construyeron tres departamentos de más, se montó un quincho en el centro de manzana y ahora pretenden regularizar la situación mediante el pago de una multa.
En contacto con Radio Mitre Rosario, el concejal de Todos por el Cambio desmintió a su par Fernanda Gigliani, quien había manifestado una postura crítica con respecto al manejo del Código Urbano en los edificios de gran altura y dijo que esto no es cierto que las multas a quienes no cumplen sean ridículas que se apruebe cualquier especialidad.
“Escucharla a Fernanda (Gigliani) decir que cualquiera hace lo que quiere me provoca hasta un poco de angustia”, expresó el edil que además dijo que no se puede confundir a la gente en estos temas y que solo el 1 por ciento de lo que se construye en la ciudad son trasgresiones a la norma vigente.
“No es cierto lo que dice Gigliani”, reiteró Blanco y justificó sus dichos argumentando que, en su estadía en el Concejo, es la primera vez que ingresa un expediente donde se pide incrementar la altura de un edificio. “Quiero dejar claro eso, pero el tipo que hizo eso no es un delincuente, pero está cometiendo una trasgresión grave al código de edificación y el municipio tiene la potestad de aplicar multas ejemplificadoras”, enfatizó el concejal que informó que la sanción que podría aplicársele al edificio ronda entre los 500 mil y 1 millón de pesos.
“Sólo en 1 por ciento de todos los expedientes de obras son trasgresiones al código de edificación”, aseguro. Y remarcó: “Cuando a uno le decimos que si y a otro que no, no son por los mismos caso y no hay que confundirá a la gente”.
Gigliani insinuó que el municipio emite premisos de construcción y después se desliga
