Adriana Pereyra volvió a entrenar hace cinco años, luego de un lapso interrumpido por las obligaciones del día a día, y hoy se siente con las mismas energías que antes de dejar el running. «No sólo venimos a entrenar nuestro cuerpo, venimos a entrenar nuestro corazón, nuestra mente, nuestras emociones… Mientras vamos corriendo, compartimos el espacio con el compañero», contó.
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