Posiblemente en una gran mayoría, aquellos amantes de la lectura prefieren tomarse su tiempo para entrar a una librería, pasar por los géneros o autores con los que más se identifican y finalmente realizar la compra. En tiempos de cuarentena por el coronavirus, eso ya no se puede hacer. ¿Cómo subsiste este rubro durante el aislamiento preventivo, social y obligatorio? Fundamentalmente con los libros que conforman el material educativo que los colegios les piden a los alumnos que tengan para proseguir con las clases virtuales.
Para conocer más al respecto, Rosario Nuestro habló con quien se encarga de repartir los libros casa por casa por parte de la librería Ross, de las más reconocidas en la ciudad. “Estamos autorizadas a funcionar a puertas cerradas. Organizamos los pedidos y los enviamos, no tenemos cadeteria y los llevamos nosotros sin cargo, porque nos están pidiendo muchísimos textos de los que necesitan los niños para estudiar, así que no queríamos recargar el costo del envío al que ya tienen los libros”, comentó Silvina Ross sobre el servicio que brindan.
“Nos piden mucho para entretener a los adultos mayores y todos los que necesitan los chicos para el colegio”, continuó Silvina.
Con respecto a lo que les significa poder seguir trabajando, al menos de esta manera, a diferencia de si estuviesen inhabilitados, dijo: “Nosotros tomamos todos los cuidados, nuestra protección, el alcohol en gel en el auto para cuando bajamos y subimos. Nos pueden pagar mediante transferencia, también llevamos Posnet, pero manteniendo la distancia, pero no hacemos firmar el cupón porque las tarjetas informaron que no es necesario que se firme”.
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