Al menos cinco personas perdieron la vida este lunes en Nueva Zelanda, donde entró en erupción el volcán Whakaari, en una isla deshabitada situada al noreste.
Allí paseaba cerca de medio centenar de turistas, informó un portavoz de la policía neozelandesa, John Tims. La erupción sorprendió al contingente en la tarde, expulsó rocas y una gran nube cubrió el horizonte en Whakaari o Isla Blanca.
«Nuestra absoluta prioridad es continuar con la búsqueda y rescate», señaló la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, al indicar que muchos de los evacuados sufren quemaduras. Equipos de emergencia, apoyados por varios helicópteros, trabajaban para evacuar a los afectados.
Algunos turistas se encontraban cerca del cráter minutos antes de la erupción, según imágenes de una cámara de seguimiento instalada en la zona.
La Agencia Nacional de Respuesta a las Emergencias emitió una alerta ante posibles nuevas erupciones o actividad sísmica moderada.
Las autoridades establecieron un perímetro de seguridad y la cancelación inmediata de todas las excursiones, incluidos los barcos turísticos alrededor de la isla, que visitada cada año por unas 10.000 personas, según indica el diario El País de Madrid.
