Los médicos sostienen que la exposición al sol es importante en todo momento del año, ya que es lo que le permite a la piel absorber la vitamina D, que cumple un rol fundamental en el organismo. Teniendo en cuenta las bajas temperaturas, que llevan a las personas a resguardarse del frío y a tener menos contacto con la luz solar, los especialistas realizan una serie de recomendaciones para no descuidar la salud. 

Belén Reynoso, dermatóloga del Grupo Oroño, en una entrevista realizada en el programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, remarcó que la importancia de la exposición al sol reside en que “ayuda a la absorción fundamental de la vitamina D, que no solo se absorbe a través de la dieta, sino de la radiación solar de los rayos UV, que se absorbe a través de la piel”. 

En este sentido, manifestó: “La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda estar en el sol todos los días entre 5 y 15 minutos diarios con un mínimo de tres veces por semana”. Asimismo, la dermatóloga hizo referencia a que siempre es importante utilizar el protector solar, sobre todo entre las 11 y las 16, pero que si la exposición al sol se realiza por fuera de ese horario es posible estar expuestos sin problemas. 

En esta misma línea, la especialista sostuvo: “En los países en donde hay menos exposición solar o para las personas que tienen jornadas laborales extendidas, es importante que, en el momento en que tienen un recreo, en vez de ir a un bar o a una cocina, elijan exponerse al sol”. En referencia a este punto, manifestó que la falta de exposición al sol es uno de los problemas que se presentan en la actualidad y es lo que genera que exista un 80% de la población con bajos niveles de vitamina D.

En cuánto a los alimentos ricos en esta vitamina, Reynoso recomendó consumir grasas saludables como el atún, el salmón, la yema de huevo, la palta, el aceite de oliva, los hongos, la leche de almendras, etc. “Teniendo en cuenta que mucha gente no accede a la mayor parte de estos alimentos, recomendamos hacer hincapié en el consumo de la yema del huevo”. 

El bajo nivel de vitamina D trae repercusiones no solo para la piel, sino para el correcto funcionamiento del organismo en términos generales. “Es importante a nivel del sistema nervioso central, en la regulación del estado de ánimo, en cuadros de apatía y de depresión, en las esquizofrenias, en el Alzheimer, a nivel óseo tiene que ver en la las osteopenias, en el raquitismo. A nivel inmunológico en las defensas, a nivel cardiovascular en la hipertensión”, expuso la doctora, entre otros aspectos en donde esta vitamina es fundamental. 

Por último, la dermatóloga hizo referencia a ciertos aspectos que pueden ser indicadores de una deficiencia en vitamina D y que pueden marcar la necesidad de acudir a un especialista para que realice un diagnóstico. “Deben estar atentas aquellas personas que dicen ‘últimamente me estoy enfermando mucho’, quienes tienen dolores musculares, cansancio extremo, caída de pelo, piel arrugada y es importante prestar atención a los estados de ánimo apáticos”, concluyó.