Luego de los festejos de un grupo de jóvenes que terminó de cursar en un reconocido instituto terciario, los resultados del descontrol salieron a la luz. La rotonda del Hipódromo y las veredas más cercanas quedaron llenas de cartones, botellas de vidrios y plásticos.
Los vecinos de la zona amanecieron con un verdadero basural, mientras algunos denunciaron que se oyeron ruidos hasta altas horas de la noche. En noviembre llegan los finales de cursos y los jóvenes aprovechan para celebrar y despedir el año o festejar el paso al año próximo.
El jueves por la madrugada celebraron los estudiantes de la secundaria, más precisamente los chicos de 4to año, que salieron a las calles con bombos, banderas, alcohol y pirotecnia a hacerse oír y festejar el paso al último año de la secundaria. En la madrugada del viernes fue el turno de los estudiantes terciarios de un instituto con resultados casi similares.