Vicentin: quién es la fiscal que recibió la causa por presunto lavado de activos en Paraguay y por qué podría beneficiar a los CEOs de Argentina
Por Ignacio Pellizzón
La misteriosa trama que envuelve el manejo de fondos que realizó Vicentín, continúa. El estudio Moyano & Asociados, con sede en Capital Federal y Asunción del Paraguay, se especializa en lavado de activos nacionales e internacionales. Su intromisión en la causa se debe a que representa a un grupo de acreedores que tenían vínculos financieros con la aceitera.
Tal y como publicó Rosario Nuestro, este estudio realizó una denuncia por presunto lavado de activos se en la Fiscalía Criminal 3 de Asunción, Paraguay, porque en el país vecino existe Vicentín Paraguay, que es subsidiaria de Vicentin SAIC, es decir Argentina.
La hipótesis de los denunciantes –representados por este estudio- parte de que Vicentín Paraguay exportaría granos a su sede en la provincia de Santa Fe para procesarlos y después exportarlos como granos paraguayos. Esto les permitiría evitar pago de impuestos y habilitaría el lavado de dinero, porque se hace pasar como grano paraguayo lo que en realidad se produjo en Argentina.
La fiscal de los grandes casos
La Dra. Soledad Machuca es la que recibió el caso de Vicentín Paraguay, a raíz de la denuncia que llevó adelante el estudio de abogados Moyano & Asociados. En su poder se centran algunas de las causas más importantes y emblemáticas del vecino país.
En Asunción es conocida, porque es hija del extinto General César Machuca Vargas, militar de la época del dictador Alfredo Stroessner. En rigor, apuntan que suele “meter en el freezer” casos de resonancia como “el vaciamiento de la Caja de Jubilaciones del Personal Bancario o las causas abiertas contra el ex presidente de la Cámara de Diputados, Miguel Cuevas, actualmente preso por enriquecimiento ilícito”.
Según pudo reconstruir Rosario Nuestro en base a distintos testimonios de periodistas e investigadores judiciales de Asunción como Kike Gamarra, entre otros, Machuca es una fiscal adjunta que fue promovida el 13 de agosto de 2018 a la dirección de la Unidad Anticorrupción y Delitos Económicos.
En su poder recayeron los casos más importantes del país que, según comentaron a este medio, “los tiene cocinando a fuego lento”. Soledad Machuca es una persona de perfil bajo, que trata de evitar las polémicas y que, ante todo, le esquiva a cualquier escándalo mediático para no quedar envuelta en absurdos.
Las fuentes consultadas no tienen pelos en la lengua al afirmar que la fiscal Machuca “no posee disco duro propio”, es decir, que parecería ser “el soldado perfecto” para manejar los tiempos de las investigaciones judiciales, en base a las “necesidades” del partido Colorado, que es “el único que tiene acciones en el Ministerio Público” de Asunción.
El partido Colorado es al que pertenece el actual presidente de Paraguay, Mario Abdo Benítez. Lo llaman el “peronismo paraguayo” en alusión al Partido Justicialista de Argentina. El Jefe de Estado es un político y empresario que gobierna desde el 15 de agosto de 2018. Fue senador en el Congreso de Paraguay, donde ejerció también como presidente del Senado entre 2015 y 2016.
La trama paraguaya de Vicentin
Es muy poco lo que sale a la luz en Paraguay sobre Vicentín Paraguay, la subsidiaria de Argentina. No es un asunto visible. Le juegan en contra algunos factores que tienen que ver con esta especie de “pacto de silencio que rodea al negocio de la soja”, comentaron a Rosario Nuestro al respecto.
Los que se especializan en el tema de la aceitera en el vecino país, relatan que la agenda de la soja en Paraguay está manejada por la UGP, que sería: Unión de Gremios de Producción. A su vez, la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosa (CAPECO) siempre fue un espacio poco claro, sin destello ni protagonismo, salvo cuando se hablaba de equiparar la carga impositiva de la soja a los promedios regionales de Paraguay, según logró reconstruir este medio.
La información relativa a cosechas y exportaciones tiene un tono propagandístico y proviene de una sola fuente, que es la UGP. Cíclicamente, la soja “habla” para pedirle franquicias y excepciones al gobierno como mecanismo de reducción de pérdidas ante una mala cosecha. Es decir, cuando ganan, ganan solos y cuando pierden, pierden todos, describen.
El entramado poco transparente de los actores de la Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosa le bajó fuerte el tono al escándalo que estalló en Argentina sobre Vicentín. “Nadie sabía que Vicentín Paraguay existía, ni que ostentase la posición de ser el segundo mayor operador de exportaciones de soja del país”, aclaró una fuente cercana a la investigación judicial.
En relación al posible avance de la causa abierta en Paraguay, en Asunción señalan que “hay que hablar con expectativas muy bajas”, porque la justicia y su herramienta de litigación, el Ministerio Público, “tienen un grosero nivel de cooptación política”.
Y agregan: “Extrañaría que la causa contra Vicentín Paraguay corriese con una suerte diferente, salvo que sus potencialidades sean vistas como algo interesante por parte de actores del Partido Colorado que están en vísperas de disputar tres batallas grandes: el recambio de autoridades del partido, las elecciones municipales y las generales del 2023”.
“Es decir, los titiriteros de la justicia paraguaya dejarían que Vicentín Paraguay trague un poco de agua para luego ir al rescate, a cambio de alguna financiación a los proyectos electorales cuyas contiendas prometen ser brutales. Le juegan en contra algunos factores que tienen que ver con esta especie de pacto de silencio que rodea al negocio de la soja”, detallan.
El trasfondo entre Argentina y Paraguay
Lo más jugoso de la maniobra de la cerealera en Argentina pasaría por otro negocio, que es denunciado por el estudio Moyano & Asociados. Tiene que ver con las acciones que tiene grupo Vicentín en Renova –que es la aceitera más grande del país-. Como se explicó en esta nota (https://rosarionuestro.com/vicentin-y-la-compleja-triangulacion-para-evadir-y-lavar-activos-con-los-creditos-del-banco-nacion-que-se-esta-investigando/), Vicentín le vendió a la empresa Glencore el 16% de las acciones de Renova.
Lo claroscuro de este asunto es que esas acciones que Vicentin Argentina le vendió a Glencore estarían en manos de Vicentin Paraguay, con lo cual esos 300 millones de dólares –de los que se habla- podrían no haber ingresado nunca al país y por ende evitar pagar impuestos. Aunque, la otra hipótesis es que ese monto haya quedado en otras sociedades que la aceitera tiene en Uruguay, como por ejemplo Nacadie.
Una de las líneas investigativas señala como presunta ruta del dinero que los cerca de 200 millones de dólares que el Banco Nación le otorgó a lo largo de los últimos cuatro años a Vicentín se podrían haber depositado en empresas como esta, que se llama Nacadie, y derivar el dinero a cuentas off shore que, según confiaron algunas fuentes ligadas a la investigación, podrían culminar en cuentas que los CEOs de la aceitera tienen en Estados Unidos.
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