El consumo de frutas y verduras de estación es fundamental por sus ventajas nutricionales, económicas y su menor impacto ambiental.
Al ser cosechadas en el momento preciso, su aporte de vitaminas, minerales y sustancias bioactivas es máximo; además de tener la textura adecuada, su apariencia, color y sabor es mucho más intenso.
Por otro lado, es un incentivo para la agricultura local y el desarrollo de las economías regionales.
Los alimentos deben ser transportados por distancias cortas y esto permite que sean consumidos mientras están frescos, lo que reduce las pérdidas y los desperdicios alimentarios.
La práctica de consumir frutas y verduras de estación es fundamental en cuanto a la sustentabilidad de la alimentación.
Como se necesita menos energía para la conservación y transporte de estos alimentos, se genera menor impacto ambiental y una baja en su precio.
Acerca de las verduras orgánicas
En los últimos años, debido a la crisis climática que enfrenta el planeta, se puso el foco en los sistemas alimentarios y los consumidores se informan cada vez más acerca del origen de los alimentos que consumen y la forma en que se producen. Como consecuencia, la oferta de frutas y verduras orgánicas y/o agroecológicas en las grandes ciudades es cada vez mayor.
Estos productos se obtienen sin el uso de agroquímicos sintéticos ni semillas transgénicas, en zonas aledañas al lugar de consumo, por lo que se genera un circuito corto de comercialización, que en muchos casos es directamente del productor al consumidor.
En Argentina, se estima que solo el 6% de la población adulta cumple con la recomendación de las Guías Alimentarias para la Población Argentina de consumir todos los días 5 porciones entre verduras y frutas de todo tipo y color. Además, las variedades más consumidas son muy limitadas, alrededor de las 2/3 partes de la canasta de frutas y verduras está compuesta por 4 variedades cada una (naranja, manzana, banana y mandarina; y papa, tomate, cebolla y zanahorias).
¿Cuáles son las variedades de otoño?
Frutas: limón, mandarina, manzana, naranja, pomelo, pera, kiwi.
Verduras: acelga, berenjena, brócoli, calabaza, cebolla, espinaca, lechuga, tomate, repollo, zapallo, zanahoria.
Consejos para preparar los vegetales
Utilizar técnicas de cocción como al vapor o hervor con poca agua.
Cocinar los vegetales al dente y enfriar a la brevedad.
Disminuir el tiempo de remojo.
Cocinar con cáscara y enteros o en trozos grandes. Colocar en el agua una vez que esta haya hervido y tapar el recipiente.
Pelar y cortar no mucho tiempo antes de consumir.
Utilizar el líquido de cocción para preparar sopas o guisos.
Cómo elegir los vegetales de otoño
Brócoli: los tallos deben estar firmes y las flores deben tener un color verde oscuro intenso. Las hojas pueden hervirse y utilizarse picadas en tartas o tortillas.
Acelga: las hojas deben estar sanas, turgentes, de color verde intenso. Con las pencas pueden preparase milanesas, tortillas, tartas, etc.
Berenjena: deben tener consistencia firme, con piel suave y brillante. El cáliz debe estar verde, no reseco.
Espinaca: al igual que la acelga, las hojas deben ser suaves y tener color verde oscuro y uniforme.
Cebolla: deben estar firmes, compactas y tener el cuello corto, ya que éste se va alargando a medida que va brotando.
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