El gerente de Comunicación de Aguas Santafesinas, Guillermo Lanfranco, advirtió este miércoles que el sistema no está preparado para cubrir la demanda que trajo consigo la disparada en la venta de piletas, suscitada por el verano pandémico que se avecina. A su vez, brindó una serie de medidas para para evitar la renovación constante. Las piscinas hogareñas precisan alrededor de 5 mil litros de agua para funcionar, algo que la firma ve con preocupación.
«Estamos observando con cierta preocupación el incremento que ha habido en la compra de piletas, las hogareñas y de lona», reconoció Lanfranco, quien, además, explicó que las piletas se llenan con una desmesurada cantidad de agua potable.
Por ese motivo, el titular de la empresa pidió «racionalidad en el uso del agua respecto de esos artefactos» y brindó una serie de consejos para no renovarla de manera permanente. «El agua se puede conservar varios días con medidas muy sencillas: el agregado de unas gotas de cloro con una tacita de café, el agua lavandina que tenemos en el hogar. Eso desinfecta el agua», aseguró y agregó que es importante no ingresar con los pies sucios a las piletas. En ese sentido, sugirió colocar una palangana al lado de la piscina y vaciarla al finalizar la jornada de uso.
Por otra parte, precisó que las piletas que se comercializan en el mercado «tienen una capacidad de 5 mil litros. Estamos hablando del consumo de 25/30 personas por día» y advirtió: «Si renovamos constantemente el agua estamos dejando afuera muchos miles de litros fuera de la red para los usos básicos: el lavado hogareño, la higiene personal, la bebida. Nuestras plantas están preparadas para producir agua para esos usos esenciales, no para llenar piletas».
Sobre ese punto enfatizó: «Tenemos una capacidad que no podemos superar» e insistió en el uso razonable del recurso.
