Azotados por los robos, arrebatos y otros hechos delictivos, vecinos de Rosario alzaron su voz y pidieron participar en las juntas provinciales de seguridad, encuentros que se realizan semanalmente entre funcionarios políticos y policiales del territorio para abordar el principal problema de la ciudad.
Concretamente, la solicitud fue formulada por la organización Vecinales Unidas, que nuclea a residentes y referentes de esas entidades de distintos barrios.
«Es una junta ciudadana donde los vecinos tenemos que estar», expresó Melisa Herrero, referente de la agrupación y enfatizó que son precisamente los vecinos de los distintos barrios de Rosario los que pueden «explicar en primera persona los principales conflictos».
En ese sentido, profundizó: «Cada zona tiene su particularidad. No es lo mismo barrio Agote o Abasto que barrio Rucci ni Acindar. Son realidades diferentes y se tienen que abordar, primero, escuchando al vecino».
A su vez, consideró que se necesita un diagnóstico y un abordaje integral de la problemática por parte de los distintos niveles del Estado. «Tenemos y debemos ejercer el control ciudadano para poder estar en estas reuniones y hacer un seguimiento de lo que se va prometiendo», agregó. «Si no todo queda en una foto, en una junta. Se va de reunión en reunión y no se soluciona nada».
Por otra parte, planteó que las autoridades podría utilizar los relevamientos realizados por las vecinales acerca de la inseguridad. «Podemos llevar el problema y quizás aportar para la solución», consideró.
«No queremos reuniones, queremos que la participación ciudadana, de la que tanto hablan, sea real».