Pichincha es uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad y siempre se diferenció por su rica historia y una de las zonas con más movimiento nocturno. En el último tiempo los boliches, bares y cervecerías se adueñaron del paisaje, pero los vecinos volvieron a reclamar por los reiterados ruidos molestos producto de la música y la gran cantidad de gente.
Esta situación se ha profundizado en el último año, donde el “boom” de la cerveza artesanal hizo que la zona se saturara de este tipo de bares y haciendo del barrio, un lugar más que difícil para vivir. La música a alto volumen es una constante de las noches y no es exclusivo de los fines de semana.
Víctor, vocero de los vecinos de Pichincha, dialogó con el programa El Puente en Radio Mitre Rosario y manifestó su descontento ante la situación que viven. Según dijo, a pesar de las dos reuniones que mantuvieron con las autoridades, nada cambió y se hace imposible conciliar el sueño por las noches.
“Ante la continuidad de los problemas hemos decidido ir hacia una instancia legal”, dijo el vecino que vive sobre calle Güemes donde está atestado de bares y boliches. “Lo que pretendemos es que se cumpla con las ordenanzas vigentes. Continuamos con un planteo que es el que tenemos desde un primer momento y no vamos contra las fuentes de trabajo”, añadió y argumentó que la municipalidad es quien debe controlar y no los vecinos.
Sobre los controles que se implementaron después de la segunda reunión que mantuvo la intendenta Mónica Fein, expresó que no dieron resultado y todo perdura de igual manera. “Echan fuego a la caldera habilitando más negocios”, apuntó.
