22°
viernes 26 de abril del 2024

Usarán el protocolo que se usa en crímenes de lesa humanidad para investigar la muerte de Carlos Orellano

El fiscal que investiga el hecho, Patricio Saldutti, confirmó que usarán el Protocolo de Minnesota. Además, informó que desde la seguridad del boliche manifestaron que "no reconocen ningún problema dentro de las instalaciones que hayan sucedido esa noche".

La trágica muerte de Carlos Orellano, el joven de 23 años que estaba desaparecido desde el domingo y que había sido visto por última vez a la salida de un boliche de Estación Fluvial conmocionó a la ciudad. Su cuerpo apareció flotando en el río Paraná en la tarde de este miércoles, familiares de la víctima habían responsabilizado horas antes a la seguridad privada del boliche y a dos policías que trabajaron como adicionales esa noche. Además, denunciaron que fueron quienes provocaron la caída de Carlos al río luego de una golpiza.

El fiscal que investiga la dudosa muerte del joven, Patricio Saldutti, de la Unidad de Homicidios Dolosos, habló con la prensa e informó que para la investigación del caso se usará el Protocolo de Minnesotta, procedimiento modelo recomendado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos que investiga crímenes de lesa humanidad en los que se hubieran cometido ejecuciones ilegales.

«No está participando en ninguna faceta de la investigación personal policial de la provincia, estamos actuando con el organismo de investigación, con la división de asuntos internos, policía federal y prefectura naval», explicó en ese sentido el fiscal.

Con respecto a la recolección de pruebas y avances en la causa, Saldutti manifestó: «Hasta el momento no hemos encontrado rastros en el interior del boliche. Sí, antes de encontrar el cuerpo, hemos encontrado presuntos rastros de sangre del lado del río, atrás del boliche».

«Hay muchas declaraciones, tenemos acreditado que había 12 efectivos de seguridad privada más dos policías de la provincia que trabajaron como adicional. Hemos secuestrados esos 14 teléfonos, más el teléfono del dueño del boliche y hemos secuestrado todo el material filmográfico, se están pidiendo las cámaras públicas y de la guardería privada aquí a la vuelta», agregó.

El fiscal contó que el dueño del boliche les manifestó que las cámaras de seguridad del lugar estaban sin funcionar: «Aportó su celular para acreditar que estuvo en contacto con persona de informática días anteriores al hecho. Por eso secuestramos las cámaras, DVRs y computadoras para constatar que no hayan sido apagadas».

En relación a la denuncia hecha por el papá de Carlos, Edgardo Orellano, quien en horas de la mañana del miércoles aseguró que a su hijo lo habían matado «por no ponerse la pulsera para entrar al VIP», el investigador del caso sostuvo que desde la gente de seguridad privada del boliche «no reconocen ningún problema dentro de las instalaciones que hayan sucedido esa noche».

Si bien el fiscal Saldutti reconoció que «puede llegar a haber personal de la provincia involucrado» señaló que hay «que esperar la autopsia para conocer las causas de la muerte», la cual será realizada en los próximos días.