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jueves 18 de abril del 2024

Una monja no tan santa: expulsaron de su casa a una religiosa por amenazar a sus vecinos con un cuchillo

"La monja cuchilelra" fue llevada a la Justicia por diversos delitos en un barrio de Santa Fe capital: amenazar de muerte a niños con un arma blanca, tirar agua caliente a gente que pasaba, obstaculizar las escaleras del edificio, entre otras.

Este lunes expulsaron del Barrio Las Flores de ciudad de Santa Fe a una monja por diversos delitos. Sus vecinos la llaman “la monja cuchillera” ya que han confirmado que porta un arma blanca y amenaza a las personas. La señora fue llevada a la Justicia por varias denuncias de vecinos desde hace años.

La monja de 57 años residía hasta este lunes en un departamento del monoblock 4 del mencionado barrio. Fue detenida el jueves pasado junto a sus dos hermanas, que viven con ella, por provocar múltiples disturbios y molestas a vecinos. De hecho, desde hace años las personas que viven en el complejo denuncias que la mujer amenaza con matar personas, hasta niños.

Por orden de la fiscal María Laura Martí, la monja fue llevada a los tribunales de Santa Fe y fue formalmente acusada por al menos seis delitos, que incluyen amenazas, inventar denuncias falsas, usurpaciones y desobediencia.

Los vecinos le llaman “la falsa monja”, ya que se constató que en algún momento de su vida hizo los votos religiosos y pertenece a la Orden del Carmen del Arzobispado de Rosario. También le suelen decir “la monja cuchillera”, ya que los vecinos afirman que carga un arma blanca en su cintura y con ella amenaza a cualquier persona que se cruce por su camino.

En la audiencia que se llevó a cabo por Zoom, la representante del Ministerio Público de la Acusación contó varias situaciones delictivas que involucran a la mujer: mostrar el cuchillo y amenazar cuando discute con sus vecinos por ruidos molestos, clausurar escaleras del complejo dejando vecinos atrapados que tuvieron que buscar otras alternativas para salir.

Uno de los delitos que más llamó la atención ocurrió el 24 de noviembre de 2019, cuando la monja irrumpió en el cumpleaños de un nene de 6 insultando a menores y a adultos presentes: “los voy a degollar a todos”, les dijo, exhibiendo su cuchillo.

En el inicio de la cuarentena, por el mes de abril, fue denunciada por gritar desde su ventana a un hombre que jugaba con sus hijos en un espacio público: “Hijos de puta dejen de molestar y vayan a laburar”, mostrando su cuchillo. “Los voy a matar, váyanse de acá”, agregó a los gritos.

Ese mismo día, una de sus hermanas tiró agua caliente a los niños que se encontraban jugando abajo del edificio.