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jueves 25 de abril del 2024

Una familia solidaria lucha por recuperar a un niño de 3 años

Sergio y Cristina son santafesinos y recibieron, hace 2 años, a un niño en su casa: estaban anotados en el Sistema de Familias Solidarias. El niño iba a estar con ellos por seis meses, como dicta el reglamento del programa. Sin embargo, el nene los acompañó hasta ayer. Ahora tiene 3 años y  se desprendió de la familia que lo vio crecer desde bebe. La Subsecretaría de Niñez lo llevará a otra, con su hermano de 8 meses. Según explicó Mónica Barroso Bonvicini, directora provincial de Niñez, la política del Estado es privilegiar los lazos de vinculación biológica. Sergio y Cristina, por su parte, denuncian ausencia del Estado en los últimos años y piden que se respete el derecho del niño y el haberlos elegido él mismo como familia.

La voz de Sergio Giglioti suena entrecortada. Habla por los micrófonos de Radio Mitre Rosario con una mezcla de tristeza y bronca tan claros y mezclados a la vez, que no se sabe qué sensación predomina. Giglioti es el padre adoptivo, circunstancial según las administraciones, de un nene de 3 años que llegó a su casa hace 2, o sea, siendo un bebé. Su pareja, Cristina, se había sumado al programa de Familias Solidarias y él se acopló a la propuesta: «Es una obra de bien. Albergas a un chico para que no esté institucionalizado». Sergio reitera: «Lo albergás. Sabes que no podes adoptar. Lo sabes, lo firmas». Y también, por las dudas, se justifica: «Tenemos más de 50 años nosotros, y tenemos nuestros hijos. No tenemos necesidad de ser padres, ya lo somos».

Pero el Estado se demoró en sus tiempos, explica Giglioti, y los seis meses que tenía para encontrar una familia se volvieron dos años. La diferencia está clara, pero el hombre por las dudas se explica: «En seis meses se crea un vínculo. Pero no son dos años». El niño reconoce a Sergio y Cristina como su papá y mamá. Son quienes lo llevaron de vacaciones y al club, lo curaron cuando estuvo enfermo y a quienes busca para jugar. «¿Cómo no me va a reconocer como padre?», remarca el hombre. «La Subsecretaría dice que nosotros generamos el vínculo, pero te puedo asegurar que no: el primero que te adopta es él.   La pregunta es: ¿Cómo hago para que no se genere un vínculo? ¿Lo traes del jardín y lo metes en una caja para que no te vea?»

Sergio y su mujer hicieron una presentación judicial de guarda pre-adoptiva, que no fue rechazada por la Justicia, y también una presentación de no-innovar, que buscaba que no ocurra lo que finalmente sucedió. Y es que la presentación no fue aceptada y este jueves el niño de 3 años quedó en la Subsecretaría de Niñez. Ahora, buscan llevarlo con su hermanito de siete meses, que está con otra familia solidaria. Ninguno de los dos va a estar definitivamente con alguien.

Sergio realiza una denuncia clara: ausencia del Estado. Tanto en estos últimos dos años en la vida del niño como en la de esa familia. «Ellos nos decían que con su mamá corría riesgo su integridad. Y el Estado tampoco se preocupó por ella, y esa mamá volvió a tener otro bebé», explica. Y agrega: «Reconocieron la demora, pero no su ausencia. ¿Cuál es la diferencia, cuando en seis meses tendrían que haber solucionado la vida de este chico como de otros tantos?» La familia seguirá peleando por el niño por la vía judicial. «Niñez no va a decidir si somos los padres que el merece, lo va a decidir la Justicia», concluyen.

«No se tergiversaron los tiempos procesales»

Mónica Barroso Bonvicini es la directora provincial de Niñez. Su voz, también a través de los micrófonos de Radio Mitre Rosario, es clara. Fuerte, clara y también suena enojada, casi prepotente. Desde un principio aclara no querer entrar en conflicto con la familia en cuestión y prefiere explicar el Programa de Familias Solidarias.  «Es un acuerdo que se realiza con personas entrevistadas y que han pasado por diversas intervenciones para poder pensar si pueden cuidar provisoriamente a un niño. Hay dos condiciones básicas y esenciales: que no estén inscriptos en el Registro Único de Adoptantes, y que es transitorio», explica. Y agrega, con contundencia: «Una familia solidaria que se constituye como tal sabe que en el término del común denominador que llamamos papá y mamá nunca lo van a poder ser alojándolo permanentemente, porque es de carácter transitorio».

Pese a no querer referirse al tema en particular, la funcionaria se refirió a la denuncia de Sergio Giglioti y  aseguró que no se tergiversaron los tiempos administrativos procesales. «Los seis meses pueden prorrogarse porque se conjugan tiempos procesales y administrativos, es decir, judiciales y nuestros». Barroso también remarcó que el niño no estuvo dos años sino uno y seis y meses.

La funcionaria defendió el accionar del poder ejecutivo provincial, aseguró que todo se hizo en el marco de la ley y lo establecido, y sobre todo, que se defienden los derechos del niño. «No se lo retira por una cuestión caprichosa, sino para integrar y generar un lazo filiatorio fraternal con el otro hermano. Son los lazos de vinculación que se privilegian».