La millonaria deuda que Pami mantiene con uno de los sanatorios más importantes de la región, dejó a más de 12 mil jubilados sin las prestaciones en plena pandemia. Cuando el invierno se aproxima y los casos de contagios de coronavirus van en aumento, la falta de recursos provocó que el nosocomio tomara esta drástica decisión.
Sanatorio Firmat dejó de ofrecer el servicio desde este lunes, a raíz de no haber recibido un solo pago de los 40 millones de pesos que el Pami le adeuda al efector desde agosto del año pasado.
“Realizamos notificaciones, hablamos con autoridades de Rosario y les solicitamos una respuesta concreta con una propuesta seria y a cumplir sobre cómo ir saldando la deuda, porque no tenemos recursos para afrontar esta pandemia como es debido”, señaló a Rosario Nuestro el director médico del sanatorio, Guillermo Torres.
La potente medida se efectivizó este lunes “porque no podemos comprar insumos, pagar sueldos de médicos, equipar a los profesionales y mantener la infraestructura que el Sanatorio Firmat necesita para atender a más de 12 mil jubilados de toda la región sur de la provincia de Santa Fe”.
La advertencia
Hace menos de 20 días Rosario Nuestro daba cuenta de la importante deuda que mantenía con el efector el Pami y de los riesgos que se corrían en el caso de que no se concretara, al menos, alguno de los pagos adeudados y prometidos por parte de las autoridades.
La gravedad del tema radica en que “ya no alcanzan los fondos para pagar salarios, comprar insumos, abastecerse de maquinaria y cancelar deudas con proveedores”, detallaba Torres y agregaba: “Si bien somos un sanatorio pequeño en comparación con otras instituciones, el efector es un referente para toda la zona, no sólo para la localidad de Firmat. Es una institución que creció mucho y se invirtió para poder estar a la altura de las circunstancias”.
“Nos sentimos con las manos atadas y con el reclamo permanente. Hay mucha gente que necesita cobrar, proveedores, es todo un sistema de salud que se ve afectado. Corre riesgo el funcionamiento del sanatorio”, había advertido Guillermo Torres.
Por Ignacio Pellizzón
