Enrique Prueger, licenciado en criminalística, realizó un peritaje privado en Neuquén y tras el procedimiento, desmintió la versión oficial y determinó que Santiago Maldonado no pudo haber tanto tiempo en el agua. La pericia se realizó sin la autorización de los familiares.
El hombre realizó pruebas en dos etapas: una de laboratorio y otra de «comprobación de fenómenos» y concluyó que el cadáver del joven artesano fue plantado en el Río Chubut. Una hipótesis que coincide con la de la familia, de toda la comunidad mapuche y hasta de algunos investigadores.
Según indica la versión oficial, Santiago Maldonado falleció por «asfixia por sumersión coadyuvado por hipotermia». Conclusión que nunca fue aceptada por sus familiares, quien en momento reprocharon que no se hayan tomado muestras del agua en el lugar del río Chubut. Además, pusieron en duda que «se encontrara en un lugar ya rastrillado y varios metros arriba del sitio de su desaparición».
Los resultados de la pericia final fue firmado por 28 profesionales y existieron tres dictámenes en relación al tiempo que permaneció en el agua: «Más de 53 días; más de 60 días o más de 73 días».
Sin embargo, tras esta nueva pericia del estudio de Prueger y según los profesionales de su instituto, expresaron de forma concluyente: «el cuerpo de Santiago no pudo haber estado sumergido el tiempo que va desde su desaparición, el 1 de agosto de 2017, hasta su hallazgo, el 17 de octubre«.
Una de las participantes del estudio fue Leticia Povilauskas, licenciada en Geología y Palinología, quien analizó el pantalón, pulóver, chalina, calzoncillo, medias y las suelas de los borceguíes que llevaba el joven el 1 de agosto, día de la represión de Gendarmería en la comunidad pu lof en Resistencia Cushamen.
«Bajo ningún punto de vista los granos de polen encontrados en las muestras periciadas puedan permanecer adheridos a las prendas, sumergidas en el lugar del hecho descrito por un período de tiempo prolongado, teniendo en cuenta la mínima velocidad que pueda tener la corriente de flujo en el del río, la energía presente en el medio acuático y la cantidad de oxígeno removido en el lecho», indicó.
Y agregó: «Todas estas condiciones hacen que el polen se desprenda fácilmente de las ropas, sobre todo en materiales de nylon tipo impermeable como es el caso del pantalón, en el cual se detectó gran cantidad de palinomorfos. Lo que significa que en un lapso no mayor a 20 o 30 días no estaríamos en presencia de granos adheridos a las ropas».
El informe cuestiona que «en la autopsia –para analizar el estado del cuerpo– utilizaron los valores más bajos de temperatura del periodo (3.2° y 3.9°)” cuando en realidad se debió tomar “el valor promedio de temperatura, cuyo valor es de 6,27° (tomando como muestras los valores destacado en la autopsia de la página 32), de acuerdo con los registros del organismo oficial de Chubut».
Esa diferencia de temperatura del agua «cambia notablemente la interpretación de las tablas utilizadas, arrojando un tiempo de exposición del cadáver bajo esas condiciones significativamente menor«, expresa el escrito.
Con respecto al segundo punto de estudio, que incluía la «comprobación de fenómenos«, el mismo constitió en un trabajo de campo: introducir un kilo de carne en el lugar del río donde fue hallado Maldonado. ¿El objetivo? Verificar la degradación para determinar el accionar de la fauna ictícola y carroñera que habita la zona.
Tras la prueba, concluyeron: «En 40 días, ese trozo de carne se redujo casi a la mitad producto de peces depredadores y alimañas».
