Evan Cornett tiene ocho años y padeció cáncer de cerebro. El pequeño es fanático de Star Wars, por eso sus padres junto con el equipo médico del hospital estadounidense St. Louis Children’s Hospital utilizaron su fanatismo como aliado y así acompañarlo en los momentos más angustiantes de su tratamiento.
Mientras trataba su enfermedad mediante haz de protones, un tipo de radiación que utiliza “protonterapia” para combatir las células cancerosas, el niño debía usar una máscara para cubrir su rostro. De este modo, se buscaba que el rayo apunte al punto en donde debe ser aplicado con precisión.
En cada una de las sesiones, Evan lloraba y se entristecía. Entonces, sus familiares junto con los médicos decidieron revertir la tensión que generaba la situación y pintar una máscara. Así, el pequeño se transformó en uno de los soldados de Darth Vader, de la saga de las Guerras de las Galaxias. Además, se le permitió vestirse con un uniforme adaptado de Stormtrooper.
Por otra parte, en una de sus últimas sesiones en la terapia de protones, un grupo de personas interpretó a otros personajes creados por George Lucas. La iniciativa cobró repercusión y una especialista del hospital, Hannah Heimos, decidió pintar máscaras para los niños con sus personajes favoritos. “Ayuda a empoderarlos y distraelos del tratamiento”, explicó en este sentido.
El pasado 23 de marzo Evan fue oficialmente declarado curado del cáncer que padecía. Regresó a su escuela y se encontró con sus compañeros, quienes lo recibieron con una fiesta temática al estilo Star Wars.
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