Cesar Méndez y su pareja Melisa vivían en Irigoyen al 1100, en Pérez. Anoche recibieron la visita de una amiga, que los acompañó durante la cena. Luego de comer los tres se quedaron sentados al rededor de la mesa, charlando, cuando fueron sorprendidos por una decena de explosiones.
Según fuentes de la investigación ocurrió a eso de las 22 y duro unos pocos segundos. Cuando los estruendos cesaron las mujeres pudieron alzar la vista y se encontraron a Cesar tirado en el piso, sobre un charco de sangre que iba creciendo.
Llamaron a la policía y junto con ellos llegó a la escena del crimen el fiscal de homicidios Rafael Coria, quien constató que Cesar estaba muerto y su novia tenía una herida de bala en el glúteo derecho. La mujer fue trasladada al Hospital Centenario, donde recibió curaciones. Mientras, en su casa uniformados de Policía de Investigaciones comenzaban con las tareas para esclarecer el hecho.
Según los datos recaudados por los pesquisas, Méndez presentaba tres heridas de bala en la cabeza, una en la pierna y otra en el antebrazo. Los tiros habrían sido gatillados desde la vereda, por un ventiluz de la puerta de ingreso de la casa, con una pistola 9 milímetros.
Por el momento no hay detenidos por el homicidio.