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lunes 13 de mayo del 2024

Un hombre fue condenado a trece años de prisión por un femicidio en Santa Fe

El homicidio de Aixa Cuello, una joven de 22 años asesinada de un balazo, fue en marzo del año pasado, en un barrio de la capital provincial.

Un hombre de 35 años fue condenado a 13 años de prisión por el femicidio Aixa Cuello, una joven de 22 años asesinada de un balazo en marzo del año pasado en un barrio del oeste de la ciudad de Santa Fe.

Según informaron fuentes judiciales, se trata de Matías Daniel Ceccarossi, quien fue hallado culpable por un tribunal integrado por los jueces Martín Torres, Luis Octavio Silva y Pablo Busaniche, a causa del «homicidio calificado por el uso de arma de fuego».

En el mismo caso, ya había sido condenado a tres años de prisión en suspenso José Andrés Barros, pareja de la joven, por el encubrimiento del crimen.

La investigación fue encabezada por la fiscal Alejandra Del Río Ayala, de la Unidad Especial de Violencias de Género, Familiar y Sexual (Gefas) del Ministerio Público de la Acusación (MPA).

El homicidio fue cometido el martes 29 de marzo del año pasado, cerca de las 6 de la mañana en un pasillo del barrio Barranquitas de la capital provincial.

La fiscal informó: «Ceccarossi le disparó a Cuello con un arma de fuego. Lo hizo a corta distancia y delante de Barros. La mujer recibió el impacto de un proyectil en la zona del abdomen y falleció ese mismo día a causa de la agresión».

Del Río Ayala detalló que «45 minutos después del ataque, la víctima ingresó herida al hospital José María Cullen» y remarcó que «había sido trasladada hasta allí por los dos hombres que luego resultaron condenados».

«Cuando le preguntaron qué le había pasado a la mujer, Barros brindó una versión falsa de lo sucedido», sostuvo, y añadió que «la madre del condenado se presentó en una subcomisaría y declaró de manera voluntaria que a su hijo se le había escapado un tiro hacia una mujer».

Según las declaraciones la fiscal, Barros contó durante su detención «de forma espontánea» a los uniformados que «lo custodiaban que Ceccarossi había matado a Cuello y reveló adónde había sido la situación violenta».

«Cuando los policías revisaron el pasillo de barrio Barranquitas, hallaron restos de sangre y un proyectil», explicó.

Barros fue finalmente condenado a tres años de prisión por haber intentado desviar la investigación y ocultar elementos para el esclarecimiento del hecho, bajo la figura de encubrimiento agravado por la gravedad del delito precedente.