Un efectivo del Servicio Penitenciario Provincial intentó ingresar con nueve dispositivos celulares, cables y auriculares en la cárcel de Coronda y fue detectado en el escáner que controla la entrada de objetos prohibidos, por lo que debió ser sancionado.
Al comenzar su turno, llegó a la cárcel donde debió pasar por los controles. Los responsables del escáner en la Unidad Penitenciaria Nº 1 observaron en la pantalla del equipo la presencia de los dispositivos y avisaron a la Justicia para que interviniera.
De inmediato, el empleado fue detenido, lo pasaron a disponibilidad y se le iniciaron las actuaciones correspondientes para determinar su situación.
Desde el Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe expresaron que “de corresponder su exoneración, no se dudará en aplicarla”, pero remarcaron que “la enorme mayoría de los agentes del Servicio Penitenciario cumplen sus tareas”.
Este hecho se da en medio del anuncio público de parte del gobierno provincial que endurecerá las medidas de control de las condiciones de detención dentro de los penales, con el objetivo de reducir la incidencia de los presos en los delitos cometidos en la ciudad.
“No vamos a retroceder ante las amenazas. Si no lo entienden, cada vez la van a pasar peor”, fue el mensaje publicado horas antes del primero de los asesinatos a trabajadores en Rosario, que derivaron en la muerte de dos taxistas, un colectivero y un playero de una estación de servicio.
“No vamos a sentarnos con la ranchada a negociar nada. Estamos en un estado de cosas ante el cual ninguna medida puede ser demasiado o extrema. Todo lo que se pueda hacer para recuperar el control de la calle hay que hacerlo y no hay que retroceder ninguna de las medidas”, aseguró el ministro Pablo Cococcioni.