Se trata de Lucas Martín Heredia, de 36 años, propietario de una reconocida firma de sandwiches de la región, quien dejó a sus hijos de 7 y 3 años en el interior de su camioneta y se fue a bailar a un boliche de Capitán Bermúdez.
Durante las últimas horas de la tarde del sábado la Dra. Acosta , funcionaria responsable de la Secretaría de la Niñéz, ordenó que los pequeños sean entregados a su madre y su abuela y no se tomaron medidas contre Heredia, hasta el momento.
La alarma de la camioneta comenzó a sonar y la policía descubrió que los dos pequeños estaban llorando en su interior que tuvieron que sacarlos forzando la cerradura porque su padre no respondía.
De acuerdo al parte policial, a las 5.50 de la madrugada de este sábado, efectivos que realizaban un servicio adicional en un boliche bailable ubicado en Ruta 11 y La Pampa de Capitán Bermúdez, se acercaron a una camioneta Volkswagen Amarok porque se había disparado la alarma.
Cuando miraron hacia el interior, descubrieron que había dos chicos llorando. Avisaron a los responsables del boliche y llamaron al dueño de la chata varias veces por los altoparlantes, pero nadie se hizo cargo.
Ante esa situación, los policías forzaron la cerradura del vehículo y retiraron a los chicos, un nene de 7 años y una nena de 3 años. Un patrullero los trasladó a la comisaría segunda de Capitán Bermúdez para resguardarlos hasta que se hiciera presente un mayor.
Un rato más tarde, el padre llegó a la seccional para retirar a sus hijos. Antes pasaron por el hospital, donde los médicos constataron que los chicos no tenían lesiones.
Según trascendió, el hombre en cuestión sería el dueño de una importante empresa envasado de sándwiches que se comercializan en kioscos y estaciones de servicio de Rosario y la región.