Un adolescente murió en Misiones a causa de la picadura de la “araña de los rincones”. La víctima de 15 años fue tratada con el antídoto específico, pero sus órganos ya estaban seriamente afectados por el veneno. El ataque se produjo el sábado en la habitación de Marcos Oviedo, en la localidad de Corpus, a 75 kilómetros de Posadas.
Todo comenzó cuando el chico sintió un fuerte dolor en una de sus rodillas y notó una lesión. Se acercó hasta el centro médico del pueblo, donde un profesional de la salud confirmó que se trataba de la picadura de una araña.
Los familiares del menor contaron que en ese centro de salud sólo le dieron un calmante y lo enviaron a la casa. Por la noche, Marcos avisó a su familia que el dolor era muy intenso. “Tenía la rodilla hinchada y morada”, dijo su padre, Silvio, al diario Primera Edición de Posadas.
El chico volvió al hospital pero fue enviado nuevamente, con una dosis de otro calmante, a su casa. Según el testimonio del padre, el domingo a la mañana la situación había empeorado y Marcos no podía pisar por el dolor. “Nos derivaron con la ambulancia al Hospital de Posadas”, contó el hombre.
El veneno de la araña –nunca fue hallada en la vivienda- afectó severamente los riñones y pulmones, lo cual obligó a su internación en terapia intensiva. Los médicos de Posadas rápidamente le colocaron el antídoto específico, pero la víctima nunca se recuperó y murió a causa de un paro cardiorrespiratorio.
La araña Loxoceles no provoca dolor al inocular su veneno, sólo unas pequeñas ampollas. Sin embargo, actúa rápidamente en todos los órganos y una demora en su diagnóstico deriva en la muerte del paciente, como pasó con Marcos, un adolescente que estudiaba en una escuela técnica e integraba el ballet de danzas folclóricas de la Municipalidad de Corpus.
