Trata de personas: los fiscales por la desaparición de Loan confirmaron que el menor fue captado con "fines de explotación"
Los fiscales de Goya, Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo imputaron a 5 de los detenidos del caso por trata y se declararon incompetentes. La causa por la desaparición de Loan pasa al ámbito Federal.
Tras 11 días de una busqueda que sigue en curso, este lunes en conferencia de prensa, los fiscales de Goya, Guillermo Barry y Juan Carlos Castillo imputaron a cinco de los detenidos por la desaparición de Loan Danilo Peña, por el delito de captación de personas con fines de explotación agravado por ser la víctima menor de 18 años.
Por tal motivo, los funcionarios se tuvieron que declarar incompetentes ante el juez de Garantías Darío Alejandro Ortíz y el caso se giró a la Justicia Federal.
En ese marco, Antonio Benítez, cuñado del papa de Loan, fue imputado por captación de personas con fines de explotación como partícipe primario.
Daniel Ramírez, un amigo de la familia, fue imputado por captación de personas con fines de explotación como partícipe primario.
La esposa de Ramírez, Mónica Del Carmen Millapi, fue imputada por captación de personas con fines de explotación como partícipe primario.
El militar y Capitán de navio retirado, Carlos Pérez, fue imputado como coautor de delito de captación de personas con fines de explotación agravado.
La esposa del militar retirado, y ex funcionaria municipal, María Victoria Caillava, fue imputada como coautora del delito de captación de personas con fines de explotación agravado.
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La investigación
En primera instancia, Castillo explicó cómo comenzaron las investigaciones por la desaparición del pequeño, que desapareció el 13 de junio en la localidad de 9 de julio, cuando Ramírez, Millepi y Benítez llevaron a los seis niños presentes en la cena -incluído Loan- a un “inocente” paseo a buscar naranjas cerca de la casa la abuela paterna, cuando en realidad, según marca la hipótesis por trata de personas, fue una escena montada para justificar la ausencia del menor, que fue transportado por Pérez y Caillava en sus dos vehículos, en un injustificado viaje hacia Chaco.
Cabe destacar, que si bien el domingo se allanaron propiedades de Pérez en el Chaco y se incautaron armas, munición y dinero, no se encontró rastro de Loan en ninguno de los inmuebles.
“El jueves nos alertaron que se había perdido y se lo comenzó a buscar. Para el viernes me constituyo a la localidad de 9 de julio. Me comunicó con personal de Alerta Sofía, y pido la autorización de los padres para publicar la foto”, ahondó Castillo.
En ese sentido, Barry y Castillo repasaron todas los puntos y las pruebas competentes a la investigación, descartaron la hipótesis de que Loan se haya perdido y apuntaron contra el comisario de 9 de Julio por plantar prubas y aportar pistas falsas.
De esta manera, coincidieron: “El día 13 de junio del 2024, aproximadamente a las 15 horas, los imputados Pérez y Caillava captaron al menor de 5 años de edad y lo trasladaron a un destino desconocido con fines de explotación”.
En esa línea, agregaron: “La captación tuvo lugar en la zona de la casa de Catalina Peña (abuela paterna de Loan) ubicado en Paraje Algarrobal de la localidad de 9 de julio, provincia de Corrientes”.
En consonancia, definieron como podría haber sido el secuestro: “Para lograr el objetivo, Pérez y Caillava contaron con la colaboración de los imputados Bernardino Antonio Benítez, Ramírez Daniel Oscar y Mónica del Carmen Millapi. Estas personas llevaron a cabo una manera consistente en sacar al menor de la custodia de su padre, lo llevaron a una zona de monte a una distancia de 600 metros del domicilio del menor, con excusa de recoger y consumir naranjas, ayuda sin la cual, los primeros no podrían cometer el delito”.
Al tomar la palabra, Barry profundizó en las pruebas que sirvieron para descartar la desaparición accidental del menor.
En primer lugar, los imputados como partícipes primarios por el delito de trata, Antonio Benítez y Mónica Millapi, fueron llevados al lugar donde se vio al niño por última vez y ninguno de ellos supo explicar cómo perdieron de vista al menor.
En ese contexto, aportó: “Ninguno pudo explicar cómo ni dónde ni cuándo se perdió de vista al menor, como mínimo tendrían que haber expresado pautas de tiempo y lugar”.
Por otro lado, destacó la reconstrucción del recorrido que hicieron los otros menores que estaban en la cena al respecto de qué dirección tomó Loan ese día en el viaje por las naranjas. Otro indicio más que sirvió para descartar un extravío, y constatar que el menor jamás salio de la zona donde estaba la casa de la abuela.
“Los llevamos al lugar y nos contaron todo el recorrido que hicieron. Lo más importante era ver por dónde perdieron de vista a Loan: todos coincidían en que la dirección que tomó cuando fue visto por última vez, iba hacia la casa de la abuela”, precisó.
En esa reconstrucción, dieron cuenta de que en el terreno de la casa de la abuela, hacia la izquierda había un alambrado, y en línea recta un monte: “Difícilmente, un menor de cinco años que nunca fue al campo, no se frene, vuelva, grite o llore. Es una pauta que deshabilita la hipótesis de la pérdida”.
Además, se señaló como otro de los imputados -aunque no de trata-, al ya apartado de sus funciones, el comisario Walter Maciel, -quien estuvo a cargo de la busqueda del menor- plantó pista falsas y enturbió la investigación de la desaparición: “Alteró rastros y pruebas del hecho, entorpeciendo de esta manera el curso de la investigación al sacar del barro una zapatilla que luego se confirmó era de Loan”.
Al sur de la ruta 123, a 4 kilómetros se úbica la casa de la abuela, mientras que el naranjal está en una línea mas o menos recta a 600 metros de la vivienda. Desde ese punto, de 4 km al sur y 3 km al este, a un kilómetro y medio se había hallado el botín embarrado.
De esta manera, los fiscales concluyeron que las pruebas fueron suplantadas a raíz de un informe del subdirector de Defensa Civil. Por lo tanto, Loan no estuvo en el lugar de la ubicación de la zapatilla.
Por otra parte, los perros que se encargaron de rastrear el olor del pequeño fueron una pieza clave que terminó por confirmar que la desaparición de Loan está enmarcada en un delito de trata de personas.
“Mantuvieron el rastro siempre en la zona comprendida entre la casa de la abuela y el naranjal. De los 25 binomios de perros alguno tuvo que haber seguido si salió de allí, pero no. Evidentemente no salió de esa zona”, agregaron.
Luego, se refirieron a la zapatilla encontrada y como ninguno de los perros pudo seguir un rastro coherente a pesar de que se confirmó que el calzado pertenecía al menor: “El lugar fue marcado porque estaba la zapatilla, pero ningún perro tomó ningún rastro hacia ningún lado. La zapatilla fue colocada en ese lugar. Fue una alteración clara de la escena del hecho, y con el compromiso y la responsabilidad completa se achacó al comisaro de 9 de Julio”.
Más adelante, también confirmaron con contundencia que el rastro hallado en los vehículls pertenecientes a Carlos Pérez y María Caillava eran de Loan: “El tiempo que permaneció fue menor en la camioneta en la que los imputados fueron a la casa de la abuela y mayor en el Ford Ka, en el que fue trasladado”.
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