Las calles que rodean el edificio del Centro de Justicia Penal de Rosario quedaron este miércoles por la mañana parcialmente libres de vallas y volvieron a transitar los vehículos. La decisión de las autoridades provinciales trajo alivio a los vecinos y los comerciantes que durante casi dos años vieron complicadas sus rutinas debido al operativo de seguridad en la zona por distintas balaceras.
Desde que se dispuso la restricción total al paso de vehículos por razones de seguridad, las ventas registraron una caída de entre un 40 y 50 por ciento. Pero hay que remarcar un detalle. Las vallas que impedían la circulación de todo tipo de vehículos no fueron retiradas del todo, lo que indicaría que de ser necesario podrían volver a colocarse sobre la calle.
La decisión de coloca vallado al Centro de Justicia Penal se dio en el marco de los atentados a balazos que tuvieron como blanco ese edificio ubicado en la plaza delimitada por Sarmiento, Rueda, Mitre y Rueda. E incluso se reforzó en ocasión de los juicios y audiencias que tuvieron como protagonistas a los delincuentes más peligrosos de la provincia.
El titular del local gastronómico contó que “durante la pandemia lo sobrellevamos, pero todo este proceso fue tremendamente desfavorable. Yo alquilo y las ventas bajaron al menos un 40 ó 50 por ciento. En algún momento pensé en cerrar el local, pero qué haría después. Yo confiaba en que esto se iba a terminar en algún momento. Me comentaron que las vallas van a quedar acá”.
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