Por Amilcar Unsain
Este miércoles en la capital provincial, el defensor del Pueblo de Santa Fe, Raúl Lamberto, recibió a las autoridades del Colegio de Farmacéuticos y del ministerio de Salud de la provincia, por la problemática de la venta de medicamentos ilegales a través de canales clandestinos.
El defensor dijo que “este es un problema de salud pública, donde la acción se debe centrar en los proveedores de estos medicamentos, procedentes de un mercado paralelo, negro, con escaso control y a veces con medicamentos vencidos o no legítimos”.
“Desde la Defensoría proponemos trabajar de manera coordinada y tener reuniones con los gobiernos locales, con el área de municipios y comunas de la provincia, a fin de focalizar en los distribuidores para tener resultados. La Defensoría no hace inspecciones, pero sí acompaña y actúa como nexo entre todos los actores en algo tan vital como es la salud de los santafesinos”, agregó Lamberto.
La palabra de Farmacéuticos
–
Cándido Santa Cruz, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Santa Fe, aseguró que hace tres años vienen difundiendo campañas para que la gente tome “conciencia” sobre este tema. “Trabajamos en conjunto con el Ministerio de Salud e Inspección de Farmacias en un proyecto que se llama No son golosinas, son medicamentos, en donde tratamos de concientizar a la gente con respecto de la compra de medicamentos fuera de las farmacias”, contó a Rosario Nuestro.
El pedido principal es que se hagan “efectivos” los controles para los locales que comercializan medicamentos ilegales. Aunque se “realizaron multas” y se “clausuraron lugares”, se deberían “intensificar las inspecciones” y “los allanamientos” cuando se hacen las denuncias.
Riesgos de los medicamentos ilegales
–
El medicamento tiene una cadena de comercialización oficial, que va desde el laboratorio productor y el distribuidor oficial hasta la droguería y la farmacia. “En ese hilo hay muchísimo control, lo que hace que el fármaco sea seguro y confiable”, manifestó Santa Cruz y expresó que por fuera de esa línea “no existen inspecciones”, por lo que el medicamento puede estar “adulterado, falsificado, robado, vencido o contaminado por entrar en contacto con otra sustancia”.
Además, el precio no es más accesible en los comercios no habilitados para comercializarlos, ya que cada vendedor “le pone el costo que quiere”. “En las farmacias tenemos un valor oficial que no podemos superar”, comunicó el farmacéutico. Y explicó que las causas principales por las que la gente mantiene esta “industria clandestina” es por la venta al “menudeo” y la“comodidad” de ir al lugar más cercano.
“El hecho de que te los vendan al menudeo es peligroso, ya que no podés ver la veracidad ni vencimiento del medicamento”, dijo Santa Cruz haciendo referencia a que la gente “no toma la conciencia de que es una sustancia que, por más que sea de venta libre, puede ser perjudicial para algunos”.
El pedido de apoyo en este tema se lo hacen al gobierno provincial y a los municipios, para que se “hagan cargo de los riesgos de salud que conlleva este comercio clandestino”. “Los farmacéuticos tenemos la responsabilidad de informarle a la población, aunque muchos piensen que nos molesta que alguien nos esté compitiendo en la venta; en realidad, queremos cuidar la salud de las personas”, cerró el presidente del Colegio de Farmacéuticos