El filósofo Tomás Abraham presenta hoy a las 19 en la librería Técnica (Córdoba 981) su último libro, «El deseo de revolución». En diálogo con Radio Mitre Rosario contó de qué trata la nueva publicación y llamó a todos los lectores «que les guste leer» a acercarse a su propuesta. También analizó la coyuntura política nacional.
«Estamos entrando en un nuevo capítulo. La Argentina de 2017 no es la misma de 2014 o 2015. Estamos entrando en otro tipo de sonido», remarcó Abraham respecto al momento político del país. «Hay un partido político que era porteño y ahora empieza a tener una configuración nacional; el kirchnerismo a su vez está en retroceso. Hay nuevos convidados en la gran mesa argentina».
Abraham consideró que Cambiemos se fortalecerá. «Tendrá más posibilidades en el Congreso, también va a seguir tomando deuda, por lo tanto podrá hacer obra pública. También se le va a ir un poco de humo a la cabeza», analizó. Para él, sin embargo va a ser determinante el rol del Estado. «Quiero ver al gobierno de Macri haciendo campañas y políticas en salud de dimensiones memorables», arriesgó. «Quiero ver si en eso no se la juegan, porque en el mundo de los negocios y de las inversiones, la calidad de vida y el desarrollo humano de los argentinos no va a mejorar».
Un libro para cualquiera «que lea»
«El deseo de revolución» trata, según indicó el propio Abraham, de la idea de revolución del Siglo XX. «La revolución política que tuvo la filosofía de Marx, una ciencia de la historia que fue hegemónica en medio planeta durante más de 70 años. Y que a la vez llevó a que en la otra mitad del planeta haya movimientos revolucionarios sumamente intensos y fuertes con el mismo ideal»
Abraham toma esa idea y analiza cómo incidió en la filosofía francesa, una de las más importantes de los últimos años. El libro también tiene su luga para los filósofos argentina y para estudiar cómo las coyunturas políticas inciden en el pensamiento filosófico.
«Es un libro para cualquier lector. Para alguien que le guste leer. Mi modo de escribir no es simple, pero tampoco técnico», cerró.
