La tormenta tropical “Tembin” generó una tragedia tras su paso por Filipinas. La catástrofe dejó un saldo de al menos 230 muertos. Además causó una devastación en Mindanao, al sur del país asiático, lugar donde este domingo continúan las tareas de rescate en búsqueda de los 120 desaparecidos.
De acuerdo a lo informado por las autoridades, “Tembin” abandonó Filipinas con dirección oeste y se dirige hacia Vietnam convirtiéndose en tifón. El fenómeno está acompañado de vientos de hasta 145 kilómetros por hora, según explicaron los meteorólogos.
La tormenta arrastró viviendas y dejó rutas intransitables por árboles caídos y escombros. Además causó una inundación que deja bajo agua el techo de los hogares. 72.000 personas debieron ser rescatadas desde que Tembin tocó tierra el viernes pasado en la región. Sin embargo, a pesar de las tareas de rescate, la mayoría de las víctimas murieron por las inundaciones y riadas de lodo.
Mientras tanto, la Cruz Roja se encuentra entre las organizaciones que asiste a los afectados y el Papa Francisco dedicó este domingo una plegaria a la población de Mindanao. “Dios misericordioso reciba las almas de los difuntos y consuele a todos los que sufren por esta calamidad”, sostuvo el pontífice.
En el país insular son frecuentes este tipo de fenómenos naturales. Sin embargo, un portavoz de Protección Civil lamentó la elevada cifra de víctimas pese a que las autoridades hayan realizado llamados de evacuación, exigiéndole a la población que no las ignore. “Estamos acostumbrados a que haya tormenta todos los años”, dijo el portavoz.
