Como en cada ocasión en la que Uber amagó con irrumpir de forma definitiva en Rosario, taxistas y remiseros volvieron a dejar en claro su rotundo rechazo y cuentan con el guiño del gobierno municipal, que mientras la aplicación no esté bajo ciertas normas de regulación, no permitirá que comience a funcionar en la ciudad.
El titular de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar), José Iantosca, manifestó: “Estamos muy preocupados, otra vez vuelven a atentar contra nuestra fuente de trabajo. Venimos diciendo que si se adecuan las ordenanzas Uber o si Uber pasa a ser paraestatal, que está por encima o paralelo al Estado violando todo tipo de ordenanzas, decimos que se puedan habilitar los manteros en la peatonal de Rosario o que se pueda vender droga libremente, total, ‘viva lo ilegal y lo ilícito’”.
Acerca del objetivo que considera tiene Uber para su posible desembarco en Rosario, dijo: “Estas empresas no solo vienen por el taxi sino por todo el transporte público de la ciudad, aprovechan los momentos que el país está en una situación crítica económicamente, que el transporte público está en una situación crítica, y es el momento que ellos se quieren meter. Estamos en estado de alerta y movilización, vamos a resistir y vamos a dar la batalla necesaria para que esa aplicación no entre”.
“Los principales perjudicados si aparece Uber son los pobres y los trabajadores. Lo primero que desaparece es el colectivo y el taxi, más de lo que está hoy. La gente para ir a trabajar, lo que hoy puede resolver en 45 o 50 pesos, lo va a tener que resolver en 300 o 400 pesos que es lo que le va a costar a las personas que viven en la periferia y tiene que ir a trabajar en el centro. Es lo mínimo que le va a costar un Uber por más barato que sea con respecto a lo que cuesta el taxi”, cerró Iantosca.
También dio su punto de vista Alfredo Gordo, titular de la Cámara de Remises de Rosario, que expresó: “Estuvimos en conversaciones con la gente de la Municipalidad, que no está en nada de acuerdo con dejar que esta empresa entre o intente trabajar aquí en Rosario. Las normas y ordenanzas que tiene la Municipalidad, en las mayorías de las ciudades de Argentina no existe”.
“El servicio público como en Rosario, hay en muy pocas ciudades, por eso ellos no pueden adaptarse al trabajo nuestro, porque ellos no pueden venir a hacer lo que quieran, como lo hacen en todo el mundo. Acá existen normas que cumplir y ordenanzas que no existen en otro lado”, señaló el referente de este sector y añadió: “Ellos lo que hacen es un trabajo de changas, en el caso de remiseros y taxistas, es nuestro trabajo, no es que agarramos el auto, trabajamos dos horas y volvemos a casa. Ese es uno de los problemas que tiene Uber, que hace lo que quiere en todos lados”.
De todos modos, Gordo dejó en claro que podrían abrirse a la posibilidad, en caso que Uber se adecue a las normativas vigentes del gobierno local: “Por lo que hablamos con el municipio, bajo ningún punto de vista están de acuerdo a que ellos entren a trabajar en esas condiciones. Ahora, si están como una empresa legal, con los autos de chapas azules, tienen todo el derecho del mundo a trabajar”.
El Sindicato de Peones de Taxis, más preocupado por sus propios problemas
Si bien Horacio Yannotti, secretario general de este gremio, opinó en sintonía con los otros referentes del transporte público de pasajeros con respecto a la postura negativa sobre que la aplicación empiece a funcionar en la ciudad, afirmó que hay otros temas de agenda actual que lo mantienen más alerta. “Para nosotros no es ninguna novedad que Uber aparezca en los medios de tanto en tanto así solicitando choferes, vehículos, data de tres o cuatro años atrás. Si Uber hubiese querido aparecer concretamente, ya lo hubiera hecho, porque estamos hablando de una multinacional”, aseveró.
“Uber no encajaría en Rosario, por ese motivo no está, en Buenos Aires fue otra la situación, es una ciudad diez veces más grande con otro poder adquisitivo, mientras que acá en Rosario el 33 por ciento de la población vive en villas de emergencias, no serían pasajeros de Uber”, agregó y continuó: “Tenemos nuestra preocupación, pero no me alarmaría tanto porque de parte del municipio ya advirtieron que si Uber no se adapta a la norma vigente, no podría trabajar. Confiamos en las autoridades municipales”.
De todos modos, admitió: “Estamos en alerta, cualquier situación se verá con la familia taxista para definir los pasos a seguir, pero también tenemos que tener una mirada sobre qué actividad taxista queremos tener porque hay falencias en el servicio. Más que nada en el tema contractual entre el trabajador y la patronal. Hoy por hoy un taxista tiene un recibo de sueldo que no alcanza a cobrar de bolsillo 30 mil pesos. La mitad de los trabajadores están registrados en negro”.
“Primero tenemos que cuidar lo nuestro, qué servicio de taxis queremos y en esto la Municipalidad no tendría que hacerse la distraída, pero apostamos que con esto de Uber cumplan. No estaría tan alarmado por esto, sino más preocupado por otros temas que tienen que ver con la actividad taxista”, remarcó Yannotti.
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