El sindicato de peones de taxis atraviesa un severo conflicto interno tras la suspensión del secretario general del gremio, Horacio Boix, quien el fin de semana chocó su Audi A7 contra un patrullero de la policía, hecho que disparó su suspensión y posterior investigación por estar presuntamente implicado en malversación de fondos del sindicato.
Un grupo de choferes nucleados en la entidad pasaron la noche del lunes en la sede de calle Salta al 2800 con el objetivo de «custodiar el patrimonio del gremio» y en las últimas horas trascendió una denuncia policial contra Horacio Boix por amenazas. Según le contó a las autoridades una persona importante en el gremio, dos personas desconocidas se ubicaron frente al edificio e hicieron ademanes de utilizar arma de fuego. Además, detalló que el propio Boix le envió mensajes intimidantes vía WhatsApp.
La víctima informó que tras la suspensión de Boix recibieron varias amenazas de personas desconocidas hacia la integridad de los miembros del sindicato y que a raíz de esta situación, le solicitaron al ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, la custodia permanente de personal policial, pedido que fue contemplado.
El denunciante precisó que el hecho puntual frente al edificio del sindicato ocurrió cerca de las 20.30 del martes, cuando el móvil policial que custodiaba el lugar se movilizó por unos minutos y dos personas aprovecharon ese instante para pararse frente al edificio, hacer ademanes de tener armas de fuego y gritarle amenazando a las personas que estaban en el interior que iban a abrir fuego para luego darse a la fuga.
La víctima contó que unos instantes posteriores a dicha situación, recibió mensajes amenazantes por parte de Horacio Boix vía WhatsApp.
