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martes 23 de abril del 2024

Separaron compulsivamente a un bebé de su familia solidaria

El caso de la familia solidaria de Kiki generó conmoción en Santa Fe meses atrás. Una vez más la provincia se ve atravesada por una situación similar. Esta vez, en Villa Constitución, un bebé de 16 meses fue separado del matrimonio que estaba a su cargo, sin ni siquiera una despedida. El hecho tuvo lugar este jueves al mediodía. Una hora después, Gustavo Monduzzi, quien ya se sentía padre del menor, compartió su situación en Radio Mitre Rosario.

Peque llegó al la casa de los Monduzzi el 22 de diciembre de 2016, cuando tenía solo 34 días a través del programa Familias Solidarias. El pequeño será redirigido a otro hogar y la pareja lucha para que continúe junto al amor de ellos. “Hace 16 meses que duerme, respira y ríe con nosotros”, dijo conmovido Gustavo, “nos adoptó, queremos ver entonces si la Justicia y la Secretaría de la Niñez privilegian el interés del niño”.

Este jueves, el bebé fue separado de sus padres solidarios, aún cuando ellos presentaron un certificado médico porque el menor se encuentra “desencajado emocionalmente por todo el manoseo que se está realizando”. “Sin dejarnos ni siquiera darle un beso” agregó Monduzzi y calificó al hecho como repudiable, «es la violencia del Estado”.

En este sentido, detalló que la actitud de la Dirección de Niñez en unidad con el Juzgado no es la adecuada. Durante el periodo que el niño convivió con ellos, solo hicieron tres visitas para corroborar la calidad de vida de Peque. Gustavo expresó que tienen “cuatro o cinco años a los niños dando vuelta de casa en casa y activan cuando una familia solidaria se presenta como adoptante de la manera más oscura para poder lograr los objetivos y tapar la falta de las instituciones”.

El padre solidario aclaró que respetan a la Justicia y a la cantidad de parejas que no pueden tener un hijo y quieren adoptar. Ellos, presentaron la guardia preadoptiva pero aún se la niegan .Mientras tanto, “la Secretaría de Niñez sigue incumpliendo los plazos” y el matrimonio exige que “los camaristas tengan corazón, porque quitan la felicidad que Peque estaba logrando encontrar”.

Antes de culminar, detalló que este mediodía, junto con otros padres que atraviesan una situación similar, eran custodiados por policías por «miedo a incidentes». «Nuestra idea no es ponernos violentos, estamos abiertos al diálogo, todo por el bien de Peque», aclaró.