Desde el 2004, durante el mes de mayo tiene lugar en varios países la Semana Mundial del Parto Respetado, una iniciativa creada por la Asociación Francesa por el Parto Respetado e impulsada por UNICEF, cuyo objetivo es alzar la voz y generar conciencia para que el nacimiento vuelva a ser considerado un proceso natural, en el que se respeten los derechos de madre y bebé.
Cada año se maneja un lema distinto para celebrarla y organizar eventos que ayuden a lograr el objetivo de que cada mujer en el mundo tenga un parto respetado, y en esa ocasión, el lema del año es: “Mi decisión debe ser respetada”.
Qué es un parto respetado
Cuando hablamos de un parto respetado o humanizado, nos referimos a darle a cada madre y bebé un proceso de parto en el que se privilegian las decisiones, bienestar y salud de ambos como protagonistas, dentro de un ambiente natural y de respeto.
Entre las cosas que se buscan lograr al exigir un parto respetado para mamá y bebé, es eliminar la violencia obstétrica y reducir el número de intervenciones quirúrgicas innecesarias como episiotomías, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud para una experiencia de parto positiva.
Parir en tiempos de coronavirus
Como todas las terceras semanas del mes de mayo, se celebra la «Semana Mundial del Parto Respetado» que este año se desarrolla en una situación diferente dado la situación epidemiológica a nivel global por COVID-19.
“En este contexto de la pandemia el parto respetado sigue siendo un derecho con algunas adecuaciones por el momento en el que estamos viviendo”, afirmó la coordinadora del área de Obstetricia y Ginecología de la Dirección de Salud Perinatal y Niñez del Ministerio de Salud de la Nación, María Julia Cuetos.
Entre esos cambios, indicó que al llegar a un establecimiento sanitario tanto la persona gestante como el acompañante pasarán por un triage en dónde les tomarán la temperatura, les van a hacer alguna preguntas para saber si pueden ser casos sospechosos de COVID-19 y a partir de ahí derivarlos al sector correspondiente.
“El acompañante no debe ser mayor de 60 años, ni ser un niño, ni tener alguna enfermedad preexistente”, aclaró Cuetos. “Estará registrado como acompañante -agregó- para poder permanecer siempre con la persona gestante y también podrá estar con ella en el momento del nacimiento”.
Desde el año 2004 rige en el país la Ley nacional 25.929 de Parto Humanizado que es de aplicación obligatoria en todo el sistema de salud. Según Cuetos: “El parto respetado es importante porque se transita un modelo diferente de atención en el que el equipo de salud no es el protagonista, sino que sos vos y tu embarazo, vos y tu recién nacido”.
Dentro de este marco, rigen varios derechos para la embarazada como elegir a alguien de su confianza para que esté a su lado, a que la llamen por su nombre, a que respeten su privacidad, al acceso a la información para poder elegir, y a tener un contacto precoz con el recién nacido.
“Si tenés alguna duda, sentís que sufriste maltrato o que no fueron respetados tus derechos o que sufriste violencia estética, podés llamar al 0800 Salud Responde o al 144 del Ministerio de las Mujeres Género y Diversidad”, informó
Cuetos aclaró que la enfermedad COVID-19 no implica un riesgo mayor para las personas embarazadas ni para sus recién nacidos pero es importante seguir las recomendaciones generales para evitar contagios como el lavado frecuente de manos, mantener la distancia física, usar tapabocas, limpiar las superficies y ventilar los ambientes.
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